Paso 1 para preparar la Liturgia del Sacramento del Matrimonio:
Decidir cómo van a celebrar el Sacramento del Matrimonio
La Iglesia católica ofrece tres formas diferentes de celebrar el rito del matrimonio. Cuando dos católicos se casan, la celebración será normalmente dentro de una Misa. El segundo modo, que no incluye una Misa, se utiliza cuando un católico se casa con otro cristiano bautizado. Un tercer modo, también fuera de la Misa, se suele celebrar cuando un católico se casa con alguien que no está bautizado. La segunda y la tercera forma se estructuran en torno a la celebración de la Liturgia de la Palabra.
Las 3 opciones para la celebración del Sacramento del Matrimonio:
La pareja elige una de estas opciones en función de sus circunstancias particulares en conversación con el sacerdote o diácono que será testigo del intercambio de consentimiento, a menudo llamado los votos. Cuando un diácono dirige la liturgia, lo que es cada vez más frecuente, la boda se celebra fuera de la Misa, aunque se casen dos católicos.
Lecturas de la Sagrada Escritura para la liturgia nupcial
Las lecturas en la liturgia de una boda católica son una proclamación de la Palabra de Dios y de la fe de la Iglesia sobre el matrimonio. Por esta razón, se limitan a lecturas de la Sagrada Escritura (la Biblia). Hay nueve opciones para la primera lectura del Antiguo Testamento, catorce opciones para la segunda lectura del Nuevo Testamento y diez opciones para el Evangelio. Se elige una de cada una de estas categorías.
Puede resultarle útil reflexionar en oración sobre cada lectura y elegir las que hablan de sus esperanzas y sueños para su matrimonio cristiano. Los enlaces que aparecen a continuación incluyen las opciones de lectura en su totalidad, así como los comentarios para proporcionar algo de contexto y destacar los temas clave de cada lectura.
Para más información sobre cómo se utilizan la Sagrada Escritura durante la Misa, visite este artículo sobre la escucha de la Palabra de Dios o la página de Liturgia en el sitio web de la USCCB.
Considerando las finanzas y presupuesto para su día de bodas
Por Cynthia Psencik
Acaban de comprometerse. Han fijado la fecha para su boda. ¿Ahora qué?
La decisión de cuánto gastar en una boda es algo bien personal. Cada pareja es diferente y existen muchos factores que se deben considerar. Por ejemplo, las tradiciones y expectativas de la familia de ambas parejas pueden jugar un papel esencial en la planificación del día de la boda. También se consideran los gastos individuales de cada pareja y sus propios ahorros. La realidad es que la mayor parte de las parejas no entran al compromiso con ahorros para su boda.
Para muchos, el día de bodas se anticipa como el acontecimiento más importante en la vida de la pareja. Durante la emoción de planificar el día de bodas, muchas veces se pueden sobrepasar los gastos con el fin de tener el “día ideal.” Claro, para muchos, con Dios mediante, sería la única vez que planificarían tan gran acontecimiento, y entramos con mucha ilusión para que cada detalle sea perfecto. Por esta razón, crear un presupuesto para la boda es un paso bien importante que la pareja debe tomar para que ambos estén en la misma página. Esto también les ayuda a resaltar las prioridades para su gran día.
Durante nuestro retiro de noviazgo, Evan y yo hablamos acerca de nuestras finanzas y la relación que cada uno teníamos con el dinero, como también de nuestros ahorros y nuestras deudas. Naturalmente, los ahorros y las deudas de cada uno se convertirían en las nuestras. Por lo tanto, cuando nos comprometimos, lo primero que dialogamos fue cuál era la máxima cantidad, de modo realista, que podríamos gastar para nuestro día de boda. Para llegar a este número, teníamos que tomar en cuenta nuestro ingreso, nuestros gastos, y nuestros ahorros. También hay que hablar sobre si van a recibir alguna ayuda financiera de sus familiares o amigos. Es común en muchos lugares pedir a los familiares y amigos que sean “padrinos” de distintos elementos de la boda y la recepcion. Llegar a un número total es el primer paso y uno de los más importantes que se debe tomar antes de empezar sus planes. El siguiente paso es determinar sus prioridades como pareja. Por ejemplo, Evan y yo decidimos poner nuestra fecha para un año después de nuestro compromiso e irnos de luna de miel inmediatamente después de la boda. Esto nos ayudó a amortizar nuestros gastos y evaluar el resto del costo para la boda. Tercero, es hacer su tarea de ver qué tanto cuesta todo.
El presupuesto puede variar dependiendo de los detalles que desean realizar en su boda. Por ejemplo, una cena íntima después de una ceremonia es obviamente menos costosa que un banquete de 200+ personas. Un gran detalle de notar es que los gastos para la boda incrementan basados en cuántas personas son invitadas. Esto determina cuántas mesas, platos, invitaciones, souvenirs (recuerdos) etc., deben ordenar. Teniendo en mente que los gastos para la boda son por cada persona invitada, les ayuda a mantener la perspectiva de cuánto pueden presupuestar. Por eso es esencial también estar de acuerdo con su lista de invitados. Como sugerencia personal, si no han hablado con ese amigo o amiga de la escuela primaria por hace años, es tiempo de discernir si es necesario invitarlo.
Desarrollar un presupuesto personal les puede ayudar a crear su presupuesto para la boda. El presupuesto personal toma nota de su ingreso, gastos diarios y sus metas de ahorro. De esta manera, les puede ayudar a organizar las prioridades para su boda. Como sugerencia, pueden crear una lista de las categorías que deben tomar parte en su boda y organizarlas por orden de importancia (ej. flores, música, fotografía, etc.). Y también dialogar como pareja las áreas no negociables que deben de estar presentes en su gran día. Por ejemplo, para Evan y para mí, tener comida deliciosa era más importante que contratar una banda de música en vivo. Esto les ayuda a colocar un porcentaje de sus gastos en sus prioridades y decidir cómo usar el balance en los gastos no tan esenciales.
Otro detalle que puede afectar su presupuesto son sus planes inmediatos después de casarse. Por ejemplo, ¿piensan comenzar una familia en seguida? ¿O piensan comprar un hogar? Algo que puede suceder durante la euforia de los planes de boda es gastar más dinero que su ingreso, y pasar sus primeros años pagando las deudas de su boda. No es buena idea comenzar sus vidas endeudados por la boda. Leí en algún material de Pre-Cana que la boda es solo un día, pero el matrimonio es para toda la vida.
Claro, eso no significa que no pueden tener la boda de sus sueños. Si en realidad es su prioridad, es importante que como pareja dialoguen acerca de cuáles sacrificios y compromisos están dispuestos a hacer para lograrlo, tomando en cuenta que puede que signifique que la fecha sea a largo plazo. Por ejemplo, pueden decidir reducir gastos mensuales (salida de cenas, vacaciones, etc.) durante la temporada de sus planes de boda y ahorrarlo para la boda. La comunicación en cada etapa de sus planes debe mantenerse clara y concreta. Algo que les ayudaría es descargar una aplicación financiera donde ambos tengan acceso a depositar y revisar el balance de su cuenta, y también organizar un presupuesto. Pueden bajar plantillas para presupuesto de bodas en Excel, y también pueden descargar esta simple planilla aquí. No se olviden de incluir en el presupuesto los elementos de la liturgia. Por ejemplo, la cantidad que pide la parroquia por tener la boda, una donación al que preside, un estipendio para los cantores y músicos, los adornos en el templo, programas, etc.
Estas son solo unas sugerencias. Las necesidades y deseos de cada pareja son diferentes, por eso es esencial tener la conversación acerca de la visión para su boda durante su noviazgo si ya han discernido el matrimonio. Actualmente, en las redes sociales, existen influencers dándonos un vistazo a su gran día. Vemos arreglos extravagantes y podemos crear expectativas que a veces no están a nuestro alcance. No debemos sentirnos presionados por tener una boda más allá de lo que podamos gastar. Es importante siempre recordar la razón por la cual decidieron casarse. Como católicos, no existe nada más importante que el Sacramento. Toda boda es hermosa porque se trata del amor de la pareja, que se refleja en el amor de Dios por su Iglesia. El San Juan Pablo II nos dice: “La gracia y el vínculo sacramental hacen que como símbolo y participación del amor dé Cristo-Esposo, la vida conyugal sea, para los esposos cristianos, el camino de su santificación y, al mismo tiempo, para la Iglesia un estímulo eficaz para reavivar la comunión de amor que la distingue”. El esposo y la esposa crean el camino hacia la santificación del uno al otro. Mantengan esta frase como su enfoque durante su planificación.
Planificar y ahorrar para una boda puede igualmente ser causa de estrés como también de mucho júbilo. Al final del día se trata de crear un balance que funcione para ti y tu pareja. Es una jornada hermosa que debe de traerles alegría durante su etapa de planificación hasta llegar hacia el altar.
Cynthia y Evan Psencik han estado casados por casi 6 años. Cynthia era la Directora para el Ministerio Juvenil en la Arquidiócesis de Nueva York pero ahora trabaja para el Instituto GIVEN y Evan trabaja como maestro de Teología en la escuela secundaria, Cardenal Spellman en el Bronx. Actualmente viven en el Estado de Connecticut.
Bodas Sencillas
Por la Hermana Patricia Brown, SSMN
Muchas parejas, aún sintiéndose ya listas para el matrimonio, retrasan la boda y hasta inician su vida en común sin antes celebrar el sacramento del matrimonio, porque no tienen dinero para festejar.
Y claro que todos desean poder tener un lindo vestido para ese día, e invitar a familiares y amigos a unirse a su alegría ofreciendo para ellos una gran fiesta, con flores, música y buena comida. Sin embargo, si ese es tu caso, queremos que consideres lo siguiente:
Celebrar el matrimonio es distinto de festejarlo. La celebración tiene que ver con el momento sagrado en que frente al altar la pareja se entrega el uno al otro, teniendo a Dios como testigo y fundamento para su entrega total y fiel. La fiesta es la forma como se invita a familiares y amigos a participar de esta alegría, pero no es esencial al matrimonio en sí mismo.
El día de la boda es sólo un momento, el matrimonio es para toda la vida. Hoy en día, las influencias culturales presionan a las parejas a gastar mucho dinero en la fiesta de bodas. El elevado costo de estas fiestas hacen que muchas veces las parejas empiecen su vida matrimonial con deudas que les traen al final más problemas que alegrías.
Lo único que la Iglesia les pide como contribución económica, para celebrar con ustedes el rito del Sacramento del matrimonio, corresponde al costo del uso del templo (costo de iluminación, etc.),cuando la ceremonia se realiza fuera del horario normal de las misas a los fieles. Pero si aún así no pueden dar esa contribución, hablen con el sacerdote encargado y con seguridad el les dará una ayuda. Los costos adicionales dependen de la música, las flores y el alquiler del tapete rojo de la entrada, etc. Pero todos estos costos son accesorios y se pueden omitir.
Los bienes que para la pareja y su futura familia aporta la gracia del sacramento no tienen precio. Dios mismo garantizó su presencia en medio de aquellos que prometen amarse como El nos ama. Esto da a las parejas, que inician su vida en común o a aquellos que ya estaban conviviendo, la posibilidad de contar con su especial asistencia para llevar a delante su amor y compromiso.
Ciertamente el matrimonio no es un asunto puramente privado sino que por ser un sacramento y la base para la formación de una familia estable, tiene repercusiones comunitarias y para la sociedad. Por eso tiene sentido el que se realice frente a familiares, amigos y frente a la comunidad eclesial. Por eso mismo la Iglesia se alegra alternativas convenientes, como la creada por la hermana Jan Mengenhausen (Oficina para la vida Familiar de la Diócesis de Omaha), que se conoce como “Bodas Sencillas”
El programa de “Bodas Sencillas” invita a que varias parejas que se van a casar, o a convalidar sacramentalmente su unión, se preparen juntos el rito y los festejos. Así las parejas se sienten protagonistas de su celebración, como lo indica la Iglesia. La fiesta puede realizarse en un salón de la misma parroquia, donde de manera sencilla pero elegante y muy sentida, los nuevos esposos puedan hacer un brindis, partir una torta y ofrecer unos bocadillos a todos los que decidieron acompañarlos en ese momento tan especial de sus vidas. Si hay otras parejas que se preparan al mismo tiempo, pueden decidir, de común acuerdo, hacer una celebración colectiva. Así, se comparten los gastos y todos tiene ocasión de festejar.
Paso 3 para preparar la Liturgia del Sacramento del Matrimonio: Escoger los elementos opcionales
P. Heliodoro Lucatero
De todos los sacramentos de la Iglesia Católica, el que tiene más flexibilidad y opciones para su celebración y validez es el sacramento del matrimonio. El derecho de la Iglesia prescribe que para que sea válido un matrimonio debe de tener tres elementos básicos: el consentimiento, la bendición e intercambio de los anillos, y la bendición nupcial.
Los demás símbolos se pueden incluir o excluir dependiendo de las circunstancias y el gusto de los novios, como lo son las arras, el lazo, la Biblia y el Rosario y el ramo de flores para la Virgen.
El Intercambio de las Arras
Antes de la introducción de los anillos en la celebración del matrimonio en España por el rito romano sólo existían las arras como signo de intercambio de promesas. Una vez que las arras se reemplazaron por los anillos, estas quedaron en el rito como signo de ayuda mutua entre los nuevos esposos. En el pasado ha sido una constante que el marido trabaje fuera del hogar y sea el proveedor financiero de la familia, y la mujer tradicionalmente ha sido la que trabaja en el hogar y la que ha cuidado de que los bienes del hogar sean bien administrados. Por lo tanto el rito de las entrega de las arras consiste en lo siguiente: el esposo toma las arras del celebrante y las entrega a la esposa diciendo:
N. recibe también estas arras: son prenda del cuidado que tendré de que no falte lo necesario en nuestro hogar.
La esposa contesta recibiendo las arras: Yo las recibo en señal del cuidado que tendré de que todo se aproveche en nuestro hogar.
En el presente, entre los hogares hispanos en los Estados Unidos, es cada día más común que el marido y la mujer trabajen fuera del hogar para contribuir los dos al mantenimiento económico del hogar. De esta manera el formulario de arriba podría quedar obsoleto ya que no expresaría la realidad de la familia actual. Por lo tanto el libro Don y Promesa hace varias sugerencias para adaptar este rito a las circunstancias presentes. Una posibilidad es que la entrega de las arras sea mutua:
El novio entrega las arras a la novia diciendo: N. “Estas arras te doy en señal de matrimonio”. La novia responde: “Yo las recibo”. Luego en viceversa se repite el rito, la novia entrega las arras y el novio las recibe. La otra sugerencia es que el novio entregue las arras después de haberlas recibido del celebrante diciendo: “Recibe estas arras como prenda del esfuerzo que haremos para vivir sencillamente en imitación de Cristo y del Evangelio”. La novia dice: “Las recibo como señal del cuidado que tendremos de que nuestros bienes se compartan con los más pobres que encontremos por el camino”( Véase, Gomez, Raúl, Lucatero, Heliodoro y Sánchez, Sylvia. Don y Promesa: Costumbres y tradiciones en los ritos matrimoniales hispanos. Segunda Edición. Instituto Nacional Hispano de Liturgia y Oregon Catholic Press: Pórtland, 2005, pp. 12-4.)
El Lazo
El lazo simboliza en la nueva pareja la unión indisoluble del matrimonio y tiene sus orígenes en la antigüedad y la Edad Media. El lazo es descrito por San Isidoro de Sevilla como una guirnalda de color blanco y púrpura que se coloca sobre los hombros de los novios; el blanco simbolizando la pureza del matrimonio y el púrpura la sangre de la futura generación (Véase, Searle, Mark and Stevenson, Kenneth. Documents of the Marriage Liturgy. Collegeville, MN: The Liturgical Press, A Pueblo Book, 1992, p. 125.)
Hace años el lazo más común era una guirnalda de azares con dos círculos unidos por una cruz, pero ahora es más común dos guirnaldas en forma de rosario, también, unidas por una cruzo crucifijo. El lazo se coloca comúnmente después del rito del matrimonio y una vez que los novios se pongan de rodillas. En Cuba y Puerto Rico, en lugar del lazo, se acostumbra la mantilla que se coloca sobre los hombros de los novios, también, en señal de unión.
Biblia y Rosario
En los Estados Unidos los hispanos de origen mexicano tienen la costumbre de entregar a los novios, después del intercambio de anillos y arras, la Biblia y el Rosario, que simbolizan la vida de oración de los nuevos esposos.
El Ramo de Flores para la Virgen
En la Sagrada Familia, la Virgen María se nos presenta como modelo de esposa y madre; de ahí que exista la costumbre de que los nuevos esposos presenten a la Virgen un ramo de flores, no solamente para reconocerla como modelo de esposa y madre, sino también como intercesora del bienestar y éxito de la nueva pareja de esposos.
Paso 2 para preparar la Liturgia del Sacramento del Matrimonio:
Seleccionar la música
** No se olviden que antes de escoger la música, hay que decidir si se va a celebrar el rito del Matrimonio dentro o fuera de una Misa porque esto afectará los cantos que hay que escoger. En esta página pueden ver las opciones.
Sugerencias de Silvio Cuéllar, músico pastoral y compositor
En este artículo voy a compartir algunas sugerencias sobre cómo planificar la música para su liturgia de bodas, y qué pasos seguir para que el día de su boda sea un día de mucho gozo y alegría recibiendo el Sacramento del Matrimonio.
Primeramente, quiero recordarlos que deben hablar con el párroco de su parroquia o la iglesia donde se van a casar con por lo menos seis meses a un año de anticipación. El párroco les explicará los requisitos y les pondrá entonces en contacto con el director de música de la parroquia. Tal vez ustedes quieran contratar músicos adicionales o tengan alguna persona que les gustaría que cante, pero deben consultar primero con el director de música. En muchas parroquias los directores de música tienen un contrato de exclusividad para tocar todas las bodas, pero pueden preguntar si es que desean tener músicos adicionales o algún cantante invitado y él les explicará cuáles son las reglas y los pasos a seguir.
Otro punto importante a considerar es que, en una boda católica, ya sea dentro o fuera de una Misa, solamente se debe cantar música litúrgica apropiada, que haya sido aprobada por las conferencias de obispos. Las canciones seculares de amor, románticas o sus cantos favoritos, deben ser más bien programadas para la recepción y la fiesta. Hay mucha música hermosa y apropiada compuesta exclusivamente para la liturgia que pueden escoger. Consulten los enlaces que he puesto al final de este artículo, donde encontrarán diferentes opciones. Veamos algunas sugerencias de música para la liturgia de bodas.
Música de Preludio Pueden sugerir algunos cantos instrumentales antes de la liturgia mientras van llegando los invitados para evitar conversaciones dentro de la Iglesia y mantener un ambiente sagrado y de oración. Normalmente la Iglesia tendrá un organista/pianista y un solista que acompañe, pero pueden pedir contratar instrumentistas adicionales como un violín, flauta, trompeta y tal vez más cantantes. Recuerden que cada músico que inviten estará ofreciendo su tiempo, talento y merece una justa remuneración. Deberán incluirlos en su presupuesto para la boda y consultar con el director para saber los precios.
Ritos Iniciales – procesional y canto de entrada Procesional: Durante la procesión con las damitas, y los niños que llevan las flores y los anillos, se acostumbra tocar música instrumental. Una selección muy común para este momento es el Canon en D. Entrada: Durante la entrada se acostumbra tocar la marcha solemne. También pueden escoger un canto litúrgico o de acción de gracias qué puede ser cantado por el solista, el coro o interpretado por los Instrumentistas. Luego de concluir la entrada, el sacerdote hará un saludo inicial seguido por una oración. Durante la Misa de bodas no se canta el Gloria.
Liturgia de la Palabra – salmo y aclamación En la Liturgia de la Palabra tenemos la Primera Lectura, el Salmo Responsorial, la Segunda Lectura, la Aclamación antes del Evangelio, el Evangelio y la homilía. Pueden visitar esta página para ver las opciones de las lecturas y comentarios de un licenciado en teología sagrada. El director de música a lo mejor tiene unas sugerencias sobre el salmo responsorial, ya que debe ser cantado, y la aclamación antes del Evangelio.
Liturgia de la Eucaristía – santo, aclamación memorial, gran amén, ofertorio, canto de comunión, canto mariano Si la boda se celebra dentro de una Misa, incluye la Liturgia de la Eucaristía. Este es un momento central e importante en la liturgia, donde el pan y el vino se transforman para convertirse en el cuerpo y la sangre de nuestro Señor. Comienza con el ofertorio y aquí tienen oportunidad de seleccionar otro canto que vayan a usar. Nuevamente consulten la lista de sugerencias. Luego del ofertorio tenemos el santo, la plegaria eucarística incluyendo la aclamación memorial, el gran amén seguido por la oración del Padre Nuestro. El director de música a lo mejor tiene unas sugerencias sobre estas selecciones musicales. Después viene la bendición de los esposos, el cordero de Dios y la Comunión. Aquí pueden escoger uno o dos cantos de comunión, dependiendo cuán grande sea la cantidad de asistentes a la Misa. Una tradición muy hermosa que también se usa bastante es que los esposos lleven un ramo de flores a la Virgen María después de la comunión, haciendo juntos una oración pidiendo que la Virgen interceda por su matrimonio. Ésta es una buena oportunidad para que los músicos canten el Ave María o algún otro canto con texto mariano.
Rito de Conclusión – marcha o canto de salida Hemos llegado al final de la liturgia. En los Ritos de Conclusión tenemos la oración después de la Comunión (en una Misa) y la bendición solemne que imparte el sacerdote o el diácono a los recién casados. Para la salida se puede usar también otra marcha solemne o un canto de acción de gracias o de alabanza, que sea apropiado para la liturgia.
Algunas recomendaciones adicionales: Entréguenle una copia de las lecturas a las personas que van a leer para que practiquen con tiempo y aprovecha el ensayo con el sacerdote o el diácono para que puedan familiarizarse con el lugar y practiquen con el micrófono desde el ambón. De la misma manera inviten a los ministros eucarísticos al ensayo para enterarse de las costumbres de la parroquia y dónde van a distribuir la Sagrada Comunión.
A continuación, encontrarán también una lista de reproducción de cantos que normalmente se usan en la parroquia de San Patricio en Providence para bodas en inglés y otra lista de reproducción para bodas en español. También encontrarán más opciones de música en el enlace de Sugerencias de Música para la celebración del Matrimonio.
Que Dios los bendiga y recuerden que este es uno de los días más importantes de su vida al unirse como pareja en el Sacramento del Matrimonio. Por lo tanto, pónganle tanto cuidado a la planificación de la liturgia como a la recepción y la fiesta, todo saldrá hermoso y Dios les llenará de muchas bendiciones.
Recuerden de consultar siempre en su parroquia con el párroco y no tengan pena de sugerir cantos y lecturas apropiadas que encontrarán en estos siguientes enlaces.
Silvio Cuéllar es músico pastoral, compositor, periodista y conferencista en temas de liturgia, vida y familia. Sirve como coordinador diocesano de la Oficina del Ministerio Hispano de la Diócesis de Providence, Rhode Island, Editor Asociado del periódico El Católico de Rhode Island y director de música en la parroquia San Patricio en Providence, donde dirige coros en inglés y español.
Sugerencias del P. Heliodoro Lucatero
Por tratarse de un sacramento, la celebración del matrimonio tiene su propia liturgia donde la música es un elemento muy importante. Por eso es esencial que haya una previa preparación de la música y los cantos que se han de usar en la celebración matrimonial. De esta manera se puede asegurar que se han escogido las letras y músicas apropiados que no sólo creen un ambiente solemne de recogimiento y oración sino que muevan también a que todos los asistentes participar con el canto.
Con este fin es importante que en la selección y preparación de la música para la boda estén involucrados tanto el párroco o ministro que presidirá la celebración, como el ministro de música. Ellos pueden orientar y explicar a la pareja el tipo de cantos y músicas que son acordes con la sacralidad y el contexto de oración del rito matrimonial. Así por ejemplo, no es aconsejable cantos de amor que no tengan sentido religioso, como “Eres tú”, de Mocedades; o que se decida cantar un canto a la Virgen en el momento de la comunión cuando lo indicado litúrgicamente es que en ese momento se entone un himno referente a la eucaristía como tal.
En otras palabras, la selección de letras y músicas deben seguir las normas y requerimientos de la liturgia de matrimonios. Es conveniente por eso que al seleccionarse se tengan en cuenta las siguientes preguntas:
¿Se han escogido cantos apropiados para cada momento litúrgico (Himno de entrada que convoque, salmo que corresponda a textos indicados para el matrimonio; música solemne para enmarcar el momento de la pronunciación de los votos o consentimiento de la pareja; canto de ofertorio que indique la presentación de las ofrendas, canto de comunión que sea un himno eucarístico, himno o marcha de salida apropiado para bodas)?
¿Puede la asamblea cantar los cantos junto con el coro?
¿La música y los cantos de la liturgia matrimonial son litúrgicos o seculares?
La música secular no es apropiada para uso litúrgico aunque hable de amor o haga referencias al amor. Los cantos y la música litúrgica para un matrimonio deben de tener como característica principal la expresión de fe de la Iglesia. Todos los sacramentos, incluyendo el matrimonio, celebran el misterio pascual de Cristo. Así, el misterio pascual de Cristo expresado en el sacramento del matrimonio es: la entrega total y fiel de Cristo a la humanidad, de la cual el amor y entrega de los novios se convertirá en signo sacramental.
Es igualmente importante que la música litúrgica para el sacramento del matrimonio no llame la atención hacia sí misma o hacia quien la dirige y ejecuta, sino que apunte hacia el misterio que se está celebrando.
El Padre Helidoro Lucatero anteriormente fue director de culto de la Arquidiócesis de San Antonio y ofrece talleres sobre temas como la formación litúrgica y la participación activa de la asamblea.