Celebración del Matrimonio fuera de la Misa

“A los novios…se les dará una catequesis sobre la doctrina del Matrimonio y la familia, del Sacramento y sus ritos, preces y lecturas, para que así puedan celebrarlo de manera consciente y fructuosa”. – Ritual del Matrimonio, no. 17
Hay varias razones por las que una boda católica puede celebrarse sin Misa: cuando un católico se casa con un cristiano bautizado no católico (aunque estas parejas pueden solicitar permiso al obispo para celebrar su boda dentro de la Misa); cuando un número significativo de invitados a la boda no son católicos; o cuando no hay un sacerdote disponible. Tanto un sacerdote como un diácono pueden utilizar la Celebración del Matrimonio fuera de la Misa. Las parejas de diferentes religiones (ej. un católico y un cristiano bautizado) pueden hablar con el sacerdote o el diácono sobre la participación del clero de la iglesia de la parte no católica. Si la pareja desea celebrar su boda en la iglesia de la parte no católica, necesita recibir el permiso del obispo para hacerlo y que el matrimonio sea válido.
El matrimonio sin una Misa es una boda católica válida. También sigue siendo un sacramento porque los novios están bautizados. (Para la ceremonia que se utiliza cuando un católico se casa con una persona no bautizada, véase el Celebración del Matrimonio entre parte católica y parte catecúmena o no cristiana). La principal diferencia es que no hay Liturgia de la Eucaristía. Sin embargo, si dos católicos deciden utilizar esta forma, y la ceremonia es presidida por un diácono porque un sacerdote no está disponible para la Misa, un Servicio de Comunión puede, bajo ciertas circunstancias y de acuerdo con el reglamento de la diócesis local, ser integrado en la ceremonia.
El corazón del Rito del Matrimonio se encuentra en dos momentos clave: el Consentimiento que intercambian los novios y la Bendición Nupcial que reciben los recién casados. El consentimiento es “el elemento indispensable que ‘hace el matrimonio’” (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1626). En este momento, los novios son los ministros del sacramento el uno para el otro; el celebrante recibe su consentimiento en nombre de la Iglesia (ver Matrimonio: el amor y la vida en el plan divino, pág. 33). La hermosa Bendición Nupcial incluye una invocación al Espíritu Santo, al que el Catecismo describe como el “sello” de la alianza de los nuevos esposos y “la fuente siempre generosa de su amor, la fuerza con que se renovará su fidelidad” (nº 1624).
Además del Consentimiento y la Bendición Nupcial, el Rito del Matrimonio contiene otros dos elementos importantes. Antes de intercambiar los votos, a los novios se les hace una serie de preguntas, llamada la Interrogación antes del Consentimiento, para determinar que cada uno se acerca al matrimonio libremente, tiene la intención de una unión para toda la vida, y está abierto a los hijos y a criarlos “según la ley de Cristo y su Iglesia”. A continuación, tras el intercambio de votos, tiene lugar la Bendición y Entrega de Anillos. Los esposos llevarán los anillos bendecidos como signo de su alianza entre ellos y con Dios.
La estructura de la ceremonia de una boda católica fuera de la Misa se describe a continuación, con varias opciones entre paréntesis. Se anima a los novios a que colaboren con el celebrante (y quizás con el personal de la parroquia) en la elección de ciertos textos de la boda, como las lecturas de la Sagrada Escritura, las intenciones de la Oración de los Fieles y las selecciones musicales. Esto ayudará a los novios a vivir la liturgia nupcial “con mucha hondura” y “participación plena, activa y responsable”(Papa Francisco, Amoris Laetitia, nº 213; San Juan Pablo II, Familiaris Consortio, nº 67). Se debe consultar con el celebrante o su delegado sobre elementos opcionales como la entrega de la Biblia y el Rosario, y el ramo de flores para la Virgen.
A continuación, un esquema general para una boda católica fuera de la Misa en el Rito Romano Católico, basado en la nueva edición del Ritual del Matrimonio (de uso obligatorio en los Estados Unidos a partir del 30 de diciembre de 2016). Dado que hay muchas opciones para elegir y varias circunstancias que pueden afectar la planificación de una ceremonia de boda, es muy importante trabajar con el celebrante o su delegado en la organización de la ceremonia. Algunos detalles pueden diferir de lo que se indica a continuación.
Ritos Iniciales
“La liturgia nupcial es un evento único, que se vive en el contexto familiar y social de una fiesta. Jesús inició sus milagros en el banquete de bodas de Caná: el vino bueno del milagro del Señor, que anima el nacimiento de una nueva familia, es el vino nuevo de la Alianza de Cristo con los hombres y mujeres de todos los tiempos” – Papa Francisco, Amoris Laetitia, nº 216.
- Acogida de los novios por parte del sacerdote y procesión hacia la Iglesia (la acogida puede tener lugar en la puerta de la iglesia o en el altar, según el estilo de procesión elegido)
- Saludo a los novios y a los fieles por parte del sacerdote
- Oración Colecta / Oración de apertura (seis versiones a elegir)
Liturgia de la Palabra
En la Liturgia de la Palabra “se resalta la importancia del Matrimonio cristiano en la historia de la salvación y sus funciones y deberes de cara a la santificación de los cónyuges y de los hijos” – Ritual del Matrimonio, nº 35.
Nota: Puede haber dos o tres lecturas más el Salmo Responsorial, y al menos una de ellas debe hablar explícitamente del matrimonio.
- Lectura del Antiguo Testamento (nueve opciones; si es el tiempo de Pascua, se debe elegir una lectura del Libro del Apocalipsis en su lugar)
- Salmo Responsorial (siete opciones; muchos compositores les han puesto música)
- Lectura del Nuevo Testamento (catorce opciones)
- Aclamación del Evangelio
- Evangelio (diez opciones)
- Homilía basada en las Escrituras, la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la pareja en particular
Celebración del Matrimonio
“Hace falta destacar que esas palabras no pueden ser reducidas al presente; implican una totalidad que incluye el futuro: ‘hasta que la muerte los separe’” – Papa Francisco, Amoris Laetitia, nº 214.
“El consentimiento por el que los esposos se dan y se reciben mutuamente es sellado por el mismo Dios” – Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1639.
- El sacerdote se dirige a los novios
- La Interrogación antes del Consentimiento/Escrutinio
- El Consentimiento (dos versiones de los votos a elegir, y los novios pueden decir las palabras ellos mismos o responder “sí quiero” a los votos planteados como una pregunta por el sacerdote)
- La Aceptación/Confirmación del Consentimiento por parte del sacerdote
- La Bendición y la Entrega de los Anillos (tres versiones de la oración a elegir)
- Opcional: La Bendición y Entrega de las Arras, una tradición importante en las familias hispanas y filipinas
- Opcional: se puede cantar un himno o canto de alabanza
- La Oración Universal / Oración de los Fieles (dos ejemplos proporcionados en el texto litúrgico; las parejas también pueden trabajar con el sacerdote para escribir las suyas propias)
Si no se va a distribuir la Sagrada Comunión (que suele ser el caso), la ceremonia continúa:
- El Padre Nuestro
- Opcional: Bendición e Imposición del Lazo o Velación, una tradición importante en las familias hispanas y filipinas.
- La Bendición Nupcial (tres versiones a elegir)
- Bendición Solemne de los recién casados y de la congregación
- Despedida
- Canto de Salida/Marcha (se puede cantar un himno o tocar música instrumental)
Pero si se va a distribuir la Sagrada Comunión, la ceremonia continúa:
- Opcional: Bendición e Imposición del Lazo o Velación, una tradición importante en las familias hispanas y filipinas.
- La Bendición Nupcial (tres versiones a elegir)
- El Padre Nuestro
- El Signo de la Paz
- Distribución de la Sagrada Comunión (debe cantarse un canto de comunión apropiado)
- Bendición Solemne o simple de los recién casados y de la congregación
- Despedida
- Canto de Salida/Marcha (se puede cantar un himno o tocar música instrumental)
Nota: después de la ceremonia, los testigos (normalmente el padrino y la dama de honor) y el sacerdote o diácono firman el acta de matrimonio. El acto de firmar puede hacerse en la sacristía o en presencia del pueblo, pero no debe hacerse sobre el altar.
Las 3 opciones para la celebración del Sacramento del Matrimonio: