Problemas por la migración
Dr. Gelasia Márquez
Los estudios y la experiencia que se desprenden del análisis de la migración Hispana nos muestran que la migración interrumpe el crecimiento interno de la pareja y crea procesos de confusión e inseguridad, desde el momento en que comienza a planearse: ¿comparten los dos el por qué y el para qué necesitan emigrar?,¿merece la pena el riesgo que se corre?, ¿pueden los dos miembros de la pareja emigrar al mismo tiempo?, ¿tiene la pareja la opción de llevar con ellos a sus hijos?, etc.
Por regla general, los dos miembros de la pareja no emigran juntos sino que viene primero uno de ellos y más tarde, si las condiciones son propicias, viene el otro miembro, y después, si se puede, vienen los hijos. Este desmembramiento de la unidad matrimonial rompe las relaciones emocionales internas hasta ese momento logradas, debilita los patrones de comunicación alcanzados entre ellos, y crea un sentimiento nuevo de soledad al sentirse cada uno de ellos incompleto sin el otro.
Junto al desarraigo de su medio ambiente cultural y social, la pareja inmigrante experimenta también sentimientos de marginación debido al desconocimiento del lugar, del idioma y de las costumbres. Por eso es primordial que la pareja inmigrante se esfuerce en tener una comunicación franca y abierta entre ellos, para que puedan definir y fortalecer sus sentimientos, y para que discutan igualmente los desafíos y las incertidumbres que enfrentan. La comunicación es así la herramienta clave, capaz de sanar las heridas que el proceso migratorio trae a su relación y la que mejor puede reestablecer la vida emocional e íntima de la pareja.
El caso de Gisela y José y de Carmen y Felipe, que podrán ver ilustrados en las viñetas de Historias con un final feliz pueden servirles de ejemplo.