Matrimonios de 6 años y más

Por Alba Liliana Jaramillo
Armando y Carolina llevan 7 años de casados y hay momentos en los que sienten que no tienen nada nuevo de qué hablar o que, por el contrario, toda su conversación gira alrededor de su hijo de cinco años y ya no hay mucho de qué hablar como pareja.
Para que esto no suceda es importante tener en cuenta:
- La pareja no debe permitir que los hijos ocupen todos los espacios de encuentro que deben seguir existiendo entre la pareja como salidas juntos, momentos de intimidad, celebraciones de pareja, gustos de pareja, entre otros.
- Los hijos pequeños no deben dormir en la misma cama que sus padres, pues los padres deben transmitirle a los hijos el sentido de intimidad de la pareja, donde cada uno necesita un espacio privado y por lo tanto el hijo debe reconocer que el cuarto de los papás es un espacio muy importante para los papás, el cual se puede compartir en el día para actividades lúdicas, pero debe siempre dormir en su propio cuarto.
- A los seis años o más de la vida en pareja se pueden empezar a presentar momentos de rutina y monotonía que deben ser transformados en momentos de esparcimiento y nuevas formas de comunicación entre la pareja.
- Es importante continuar enriqueciendo su vida de pareja con actividades que les ayuden a crecer y a fortalecerse, como Ejercicios Espirituales para parejas, talleres de crecimiento interior para parejas, cursos para padres y demás actividades que les permitan mantenerse firmes, para poder afrontar cada vez mejor las situaciones y crisis que se les puedan presentar de aquí en adelante. Los sacerdotes y ministros encargados de la vida familiar en cada parroquia puede informarles de retiros o actividades de crecimiento. También pueden consultar en las oficinas de vida Familiar (Family Life) de cada diócesis.
- El empezar a consolidar un grupo de parejas de amigos, que tengan intereses y sobre todo valores y principios comunes es muy importante para mantener una red de apoyo, que permita compartir diferentes experiencias y colaborarse en diferentes aspectos.
- Es de esperarse que el diálogo y la confianza haya ido creciendo con la relación. Por eso, no dejen pasar mucho tiempo para compartir con el esposo o la esposa, y sin que suene a reclamo, los sentimientos de molestia, desagrado o inconformidad que hayan experimentado, en cualquier aspecto de su vida en común. Eso les ayudará a mantener al día el inventario de su comunicación y permitirá sentir que están creciendo en conocimiento y confianza.
- El amor crece con detalles. Por eso no den por contado que su pareja los quiere o que le han dado y expresado ya suficientemente su amor. Sigan conquistando su afecto y confianza con detalles, con llamadas, con notas o mensajes en el celular. A nadie le desagrada sentir que es aún amado y por el contrario, puede ser la ocasión para recrear la relación.
- Por último, no dejen de rezar juntos. Ahora que ya se conocen mejor, saben que decirle sí a su pareja es una compromiso más realista y profundo que el que se dijeron la primera vez ante el altar. Aprovechen pues un aniversario para ir de nuevo a una misa o a una capilla donde en la intimidad del altar puedan invocar de nuevo la gracia de Dios que siempre asiste a quienes desean entregarse por amor, y repítanse de nuevo el sagrado compromiso de seguir viviendo el uno para el otro.
Los videos de Abel y Angela e Ignacia y Salvador es un buen ejemplo de los retos y soluciones para parejas en esta etapa del matrimonio. Véase también Espiritualidad del matrimonio y las técnicas de solución de conflictos. Lecturas complementarias: J. Dominian, El matrimonio: Guía para fortalecer una convivencia duradera. Ed. Paidos 1996; Alfons Van Steenwegen, Amor: Palabra de Acción. Reglas de juego para la relación de pareja. Ed. Lumen, 1998; Geneviève Hone y Julien Mercure, Las Estaciones de la Pareja, Ed. Sal Terrrae, 1996.