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Por Tu Matrimonio

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Retiro en casa para parejas – Sexto Día

Sexto día: Resolver cambiar nuestros hábitos

 

Esto sexto hábito propone a las parejas a recordar las promesas que se hicieron en su boda. Es un llamado a asumir el arduo trabajo de cambiar nuestra vida, para Dios, nuestro cónyuge y nuestros hijos, con nuestras promesas matrimoniales como ancla. Debe conmovernos hacia un compromiso más profundo con el Señor, seguido de una resolución renovada de cambiar nuestras vidas por amor a Él.

 

Nuestra relación con Cristo

 

En comparación con las promesas que hicimos en el matrimonio, consideremos cómo también hacemos una promesa a Dios en la celebración de la Misa. Después de la Liturgia de la Palabra, solemos recitar el Credo. El Credo es el punto culminante de la Liturgia de la Palabra, el momento en el que reafirmamos nuestras creencias y nos comprometemos con ellas con nuestra vida. El Credo es nuestra profesión de fe y una renovación de nuestros votos bautismales a Dios. Estamos llamados a reflexionar sobre el compromiso que hicimos con Dios, en presencia de nuestra familia y amigos, a vivir estas enseñanzas de Cristo en nuestro mundo de hoy.

El Credo no es solo lo que creemos, también es nuestro grito de victoria. Es a lo que nos dedicamos cada vez que decimos ‘amén’ o, con algunas formas del Credo, cuando decimos ‘acepto’. Debe ser una declaración de lo que creemos y por lo que estamos dispuestos a morir en cualquier momento. Estas premisas son a las que se aferraron tantos santos en el pasado cuando fueron perseguidos, torturados y asesinados. El Credo debe inspirarnos a perseverar en hacer de nuestra vida un testimonio vivo de nuestro Señor y Salvador. Debe inspirarnos no sólo a vivir nuestra fe, sino a anunciarla al mundo entero con palabras y obras. El Credo debe ser declarado con el corazón decidido a vivir mejor la voluntad de Dios. Entonces, surge la pregunta: “¿Estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para vivir una vida más amorosa y centrada en Cristo a partir de ahora?”

Primero leamos o meditemos sobre las palabras de la oración del Padre Nuestro. A través de esta oración, estamos afirmando que queremos que se haga la voluntad de Dios aquí en la tierra como en el cielo. ¿Estamos dispuestos a hacer lo necesario para que su voluntad se cumpla a través de nosotros? Muchas veces esto significa negarnos a nosotros mismos y tomar nuestra cruz para seguir sus mandamientos de amar y sacrificarnos por los demás. ¿Estamos listos para hacer esto? Cuando decimos, “perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”, ¿estamos listos para empezar a perdonar verdaderamente a los que nos han hecho daño, sabiendo que Dios nos perdonará de la misma manera que nosotros perdonamos a los demás? Dios nos llama a tener un corazón contrito y humilde, que busca ser más como Cristo. Él nos está llamando a volver a comprometer nuestros corazones y nuestras vidas con Él resolviendo cambiar nuestras vidas y mejorar nuestra relación con Él por amor. En la oración buscamos el don de ser alimentados por nuestro Señor Eucarístico mientras le pedimos “Danos hoy nuestro pan de cada día”. Por último, declaramos nuestra dependencia de Él para que nos ayude a cambiar nuestras acciones pecaminosas que nos separan de Él y le pedimos la gracia de mejorar nuestras vidas mientras concluimos con, “no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal”.

Cristo mismo nos dio esta oración perfecta. No solo reconoce nuestro compromiso y nuestro amor y honor por Dios, sino que también declara la forma en que queremos que nuestras vidas reflejen su voluntad. Este nuevo compromiso y determinación nos permite entrar más profundamente en la recepción de nuestro Señor en la Eucaristía y es un gran modelo para construir nuestra unión conyugal con nuestro cónyuge aquí en la tierra.

 

Nuestra relación uno con el otro

 

Para que ocurra una verdadera sanación en un matrimonio que está emocionalmente ‘desnutrido’, tiene que pasar por una transformación. Dado que el pecado ha estado en el centro de todas las relaciones interpersonales desde la caída del hombre y la mujer en el Jardín del Edén, cada relación se ve obligada a lidiar con las complicaciones que surgen de él. Nos guste o no, todos pecamos y todos necesitamos la gracia diaria para luchar contra nuestras inclinaciones pecaminosas. Si no trabajamos intencionalmente contra ellos, tienden a convertirse en patrones profundamente arraigados en nuestras vidas que pueden ser muy difíciles de eliminar o cambiar. Por lo tanto, debemos pasar por una transformación para encontrar la sanación.

Estar comprometidos con las promesas que le hicimos a nuestro cónyuge en el matrimonio es fundamental para construir un matrimonio verdaderamente eucarístico. Una cosa es decir que lamentamos los errores que hemos cometido. Sin embargo, sin la determinación de cambiar nuestros comportamientos negativos, le comunicamos a nuestro cónyuge que no lo lamentamos de verdad ni tomamos en serio mejorar las cosas en nuestra relación. Podemos pedir perdón, y podemos ser perdonados, pero si no empezamos a cambiar los patrones que crearon nuestros problemas originales, eventualmente nos encontraremos alejándonos de la construcción de la unidad conyugal. Nuestros viejos patrones destructivos nos mantendrán atrapados en el ciclo de la división conyugal. En cambio, al enmendar nuestros patrones negativos, trabajamos para sanar y reconstruir la confianza rota.

Los cónyuges estamos juntos en este camino para animarnos, para levantarnos, para sanar las heridas del camino, para alegrarnos en el éxito, para llorar en el dolor y para ayudarnos mutuamente a descubrir el deseo más profundo mientras aprendemos a amar profundamente a Dios y uno al otro. Cada día debe ser un nuevo compromiso de nuestras vidas con nuestro cónyuge. Nuestras promesas conyugales deben impulsarnos a hacer los cambios necesarios para eliminar las barreras a nuestro amor y construir nuevas formas de servirnos generosamente el uno al otro.

Diálogo:

  1. ¿Cuál es un patrón en tu vida que te gustaría cambiar por el bien de nuestra relación y cómo puedo apoyarte para que lo logres?
  2. ¿Qué herramientas podemos utilizar para mantener nuestro matrimonio creciendo y en un camino saludable?
  3. Esta semana, busquemos hacer cambios intencionales en ciertos comportamientos que beneficiarán nuestro matrimonio.

 

Oración:

 

Señor, ayúdanos en este camino de hacer, de todo corazón, que nuestro matrimonio sea un Matrimonio Eucarístico. Ayúdanos a reconocer los patrones en nuestras propias vidas que son destructivos para nuestro matrimonio y danos a cada uno de nosotros la fuerza y el conocimiento para cambiarlos. Ayúdanos a mantener siempre nuestras promesas de matrimonio en nuestros corazones, para que nos motiven a amarnos y respetarnos el uno al otro. Te ofrecemos esta oración, Señor Jesús, a través de María y en unión con San José.

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Siguiente – Séptimo día: Entrega Eucarística

Ver el Retiro Completo aquí

Retiro en casa para parejas – Séptimo Día

Séptimo día: Entrega Eucarística

 

Las Escrituras proclaman el deseo de Dios de que amemos a los demás como Él nos ha amado. Ser eucarísticos en el matrimonio significa que estamos llamados a amar a nuestro cónyuge como Cristo nos ama, que es el último o séptimo hábito.

Este es el peso de nuestras palabras en el matrimonio cuando prometemos ser fieles a nuestro amado en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad. ¡Deberíamos estar dispuestos a morir a nosotros mismos, por nuestro cónyuge, todos los días por el resto de nuestra vida! La vida es más solitaria y depravada cuando permanecemos en un estado de egoísmo y autosatisfacción. La verdadera alegría se encuentra en una vida que se comparte y se entrega por amor a los demás. Este amor sacrificial está en el corazón de la entrega eucarística. Cuanto más se dan intencionalmente ambos cónyuges, más profundo crece su amor conyugal y también la capacidad de soportar las luchas difíciles en la vida juntos.

 

Nuestra relación con Cristo

 

La Eucaristía es “fuente y culmen de toda la vida cristiana” (Lumen Gentium 11). A través de ella, Cristo da vida al mundo. A través de la Eucaristía, Cristo nos alimenta con la gracia espiritual que necesitamos para que podamos tener la capacidad de aumentar nuestro amor y permanecer en Cristo y Él en nosotros (Juan 6,56). Él nos alimenta para que nosotros podamos alimentar a otros.

 

Lo que el alimento material produce en nuestra vida corporal, la comunión lo realiza de manera admirable en nuestra vida espiritual. La comunión con la Carne de Cristo resucitado, “vivificada por el Espíritu Santo y vivificante”, conserva, acrecienta y renueva la vida de gracia recibida en el Bautismo. Este crecimiento de la vida cristiana necesita ser alimentado por la comunión eucarística, pan de nuestra peregrinación, hasta el momento de la muerte, cuando nos sea dada como viático. (Catecismo, 1392)

 

La Eucaristía se trata de que Dios nos alimente y nos cuide, y de que nosotros le demos gracias por todo lo que ha hecho por nosotros. La palabra Eucaristía proviene de la palabra griega “Eucharistia” que significa “acción de gracias”. En la Misa, damos gracias a Dios por el don de la salvación, el don de amor y el don de su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad que nos alimentan en este camino por la vida. En el Ofertorio (o Preparación de las Ofrendas), nosotros, los fieles, llevamos los frutos de nuestro trabajo, el pan, el vino y la colecta. Ofrecemos lo poco que tenemos a Dios para que Él, a cambio, uniéndolo a su sufrimiento, se sirva de él para dar vida a través de la Eucaristía. En la liturgia, nuestras humildes ofrendas a Dios, nuestras primicias, se transforman ante nuestros ojos en este Santo Don que luego Él nos devuelve como alimento espiritual y eterno.

 

Nuestra relación uno con el otro

 

En respuesta a su don, Dios nos está llamando a ser también eucarísticos con los demás, especialmente con nuestro cónyuge. Ser eucarísticos en nuestra vida conyugal significa que deseamos tomar nuestra cruz diariamente y vivir el ejemplo de amor de Cristo hacia nuestro cónyuge. Significa que nos esforzamos intencionalmente todos los días para comprender las necesidades de nuestro amado y trabajamos arduamente para ayudarlo a satisfacer esas necesidades. También significa estar, interna y externamente, agradecidos por el don de nuestro cónyuge y por las formas en que nos alimenta.

Ser eucarísticos en nuestras acciones requiere que no solo entendamos lo que nuestro cónyuge necesita, sino que también estemos dispuestos a hacer sacrificios para que ellos satisfagan esas necesidades. Para la mayoría de nosotros, esto es exactamente lo que hacíamos cuando fuimos novios. Cuando tratábamos de conquistar el corazón de nuestro amado, nos tomamos el tiempo para descubrir y comprender sus necesidades, gustos y deseos e hicimos un esfuerzo concertado para complacerlo/a escuchándolo/a, pasando tiempo con él/ella e incluso consiguiendo cosas que necesitaría. Hicimos todas estas cosas, a veces sacrificando nuestras propias necesidades y comodidades, con el deseo de conquistar su corazón. No nos quejamos de hacer esto, porque a nosotros también nos alimentaba nuestra pareja y recibíamos aprecio. Nosotros nos alimentamos uno al otro porque sabíamos que no nos ayudaría a unirnos si fuéramos exigentes, poco amables o egoístas. Satisfacemos las necesidades de nuestra pareja a través de las cosas especiales que hicimos el uno por el otro. Ser eucarísticos en nuestro matrimonio nos llama a redescubrir y restablecer este mismo tipo de conciencia e intencionalidad.

Por último, mientras somos alimentados por Cristo en la Eucaristía y por nuestro cónyuge en el matrimonio, somos llamados a derramar ese amor sobre nuestros hijos y el resto del mundo que nos rodea. Cultivar un corazón de entrega generosa y sacrificial a Dios y a nuestro cónyuge (a través de nuestro amor, tiempo, talento y dinero) debe hacer de nuestro corazón y de nuestro hogar un lugar fecundo para que el amor fluya generosamente hacia el mundo que nos rodea.

 

Diálogo:

  1. ¿Cuáles son algunas de las formas en que nos mostramos gratitud unos a otros de manera regular? ¿Cuáles son algunas formas en las que quieres experimentar más gratitud de mi parte?
  2. ¿Cuál es una necesidad emocional que necesitas que satisfaga? Dime específicamente cómo se ve eso.
  3. Consideremos escribirnos una carta de agradecimiento y entregárnosla en algún momento de la próxima semana, como regalo, cuando menos se lo espere. Por nuestra cuenta, busquemos expresar gratitud a Dios todos los días por una o más bendiciones en nuestra vida.

 

Oración:

Señor, ayúdanos en este camino de hacer, de todo corazón, que nuestro matrimonio sea un Matrimonio Eucarístico.  Ayúdanos a reconocer las necesidades de nuestro cónyuge y danos a cada uno de nosotros la fuerza y el conocimiento para ayudar a nuestro cónyuge a satisfacer sus necesidades espirituales, físicas y emocionales. Que nunca esperemos ni exijamos de nuestro cónyuge ninguna acción que vaya en detrimento de su bienestar o que vaya en contra de las enseñanzas de la Iglesia católica. Ayúdanos a estar siempre agradecidos el uno con el otro por las pequeñas y grandes cosas de cada día. Te ofrecemos esta oración, Señor Jesús, a través de María y en unión con San José.

 

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Retiro en casa para parejas – Introducción

Retiro en casa para las parejas de 2023

Matrimonio… Una sola carne, entregada y recibida

 

Introducción

La mejor manera de vivir nuestro matrimonio aquí en la tierra es seguir el modelo del matrimonio celestial que se nos reveló en las Bodas del Cordero: El Santo Sacrificio de la Misa. La Misa es la fiesta conyugal celestial, donde Cristo nos alimenta con su mismo cuerpo y sangre. Esta realidad nos da no solo el modelo, sino la base para nuestras vidas como matrimonios.

El matrimonio es de vital importancia para nuestro mundo y nuestra Iglesia, y es está cada vez más bajo ataque en nuestra cultura. Por eso es indispensable que los cónyuges católicos hagan todo lo que esté a su alcance para reparar, fortalecer y solidificar su vínculo matrimonial todos los días. Sin embargo, es aún más importante crecer en nuestra relación con Cristo a través de la Eucaristía, precisamente porque esto nos da la gracia de perfeccionar nuestro matrimonio aquí en la tierra.

Este retiro matrimonial en casa es una adaptación de Building a Eucharistic Marriage [Construyendo un matrimonio eucarístico] de Greg Schutte, MSW, LISW-S. Para obtener más información, visiten: www.eucharisticmarriage.org. En cada día de este retiro, vamos a profundizar en uno de los siete hábitos para fortalecer nuestra unión conyugal y fortalecer nuestra unión con Cristo en la Eucaristía.

 

Siete hábitos para construir un matrimonio eucarístico

  1. Dedicar tiempo el uno para el otro y para Dios
  2. Entender el designio de Dios para el Matrimonio
  3. Estar dispuestos a mirar hacia adentro
  4. Escuchar al corazón de nuestro cónyuge y de nuestro esposo divino
  5. Dar y recibir el perdón igual que recibimos la misericordia de Dios
  6. Comprometer nuestra vida a Cristo y a nuestro cónyuge, resolviendo cambiar nuestros hábitos
  7. Comprender y satisfacer las necesidades de nuestro cónyuge igual que Cristo nos alimenta en la Eucaristía

Descargar el retiro completo en PDF aquí en español y aquí en inglés

Primer día: El tiempo es esencial

Segundo Día: Entender el designio de Dios

Tercer día: Dispuestos a mirar hacia adentro

Cuarto día: Escuchar al corazón

Quinto día: Reconciliar y Dar Misericordia

Sexto día: Resolver cambiar nuestros hábitos

Séptimo día: Entrega Eucarística

 

FEBRERO – Consejos Para la Vida en Pareja

TIPS SOBRE EL MATRIMONIO – FEBRERO

  • 1 de febrero: El matrimonio no consiste sólo en compartir una vida juntos, sino en ayudarse mutuamente a llegar a la santidad. No siempre es fácil mantener a Cristo en el centro de un matrimonio, por eso es importante pedir a Dios la gracia para llegar al cielo.
  • 2 de febrero: “Ustedes son la sal de la tierra…Ustedes son la luz del mundo” (Mt 5, 13-14). El amor conyugal es sal y luz. Aporta alegría -sabor- a un mundo que con demasiada frecuencia es sombrío. El amor en el matrimonio hace brillar la luz de la esperanza en los corazones cansados.
  • 3 de febrero: Los matrimonios fuertes son un ejemplo de las virtudes del amor, la fidelidad y la perseverancia.
  • 4 de febrero: ¿Con qué frecuencia rezas por tu esposo/a? Recuerda, el matrimonio fue hecho por Dios para que tanto tú, como tu esposo/a lleguen al cielo, ustedes dos no pueden llegar allí sin la ayuda de Dios.
  • 5 de febrero: El matrimonio responde a los más profundos anhelos de amor del corazón. ¿Cómo puedes mostrarle amor a tu esposo o esposa el día de hoy?
  • 6 de febrero: El hombre y la mujer están hechos “el uno para el otro” (CIC, 372). ¿Cómo observas la complementariedad del hombre y la mujer en tu matrimonio?
  • 7 de febrero: Hoy comienza la Semana Nacional del Matrimonio (del 7 al 14 de febrero). ¿Para ti, qué es lo mejor de estar casado? ¿Has hablado con tus hijos sobre la belleza del matrimonio?
  • 8 de febrero: ¿Recuerdan qué escrituras se leyeron en su boda? Búsquenlas hoy y léanlas juntos. ¿Les dicen algo diferente ahora de lo que significaron el día de su boda?
  • 9 de febrero: “El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia” (Sal 103, 8). Con estas palabras, Dios da a los matrimonios un plan para la vida en común. Pidan ayuda al Señor para amarse con bondad y misericordia.
  • 10 de febrero: Los matrimonios y los sacerdotes se necesitan mutuamente. ¿Hay algún sacerdote en su vida – su párroco, o un antiguo profesor? Podrían invitarlo a cenar o a un evento familiar.
  • 11 de febrero: “María y José se han puesto en marcha, como peregrinos a Jerusalén, para cumplir la ley del Señor” – Papa Francisco. En pareja, recen para ser receptivos a la llamada del Señor para su matrimonio y sus hijos.
  • 12 de febrero: El matrimonio no es sólo un asunto privado, sino una forma de que su amor tenga un impacto positivo en el mundo. Así como Jesús le dijo a Simón, “navega mar adentro, y echen las redes” (Lc 5,4), ustedes también encuentren una forma de multiplicar su amor sirviendo a los demás.
  • 13 de febrero: ¿Tienen una cita para el día de San Valentín este año? Piensen en algo diferente. Háganlo especial vistiéndose de gala, encendiendo unas velas y pidiendo su comida favorita para llevar. Lo más importante es que estén juntos.
  • 14 de febrero: “¡Y esto es el matrimonio! Ponerse en marcha, caminar juntos, mano con mano, confiando en la gran mano del Señor”. – Papa Francisco
  • 15 de febrero: Faltan pocos días para la Cuaresma. ¿Han hablado sobre ideas para crecer espiritualmente como matrimonio en esta Cuaresma? Reserven un tiempo para hacerlo, y hablen de cómo pueden animarse mutuamente.
  • 16 de febrero: “El amor es una decisión” es una máxima del movimiento Encuentro Matrimonial (EM). Por muy maravilloso que pueda ser el matrimonio, no siempre se vive con un alto nivel emocional. Algunos días, simplemente debemos decidir amar. Los sentimientos acabarán llegando.
  • 17 de febrero: Hagan hincapié a sus hijos sobre la importancia que tiene su matrimonio para toda la familia. Saquen el álbum de su boda y compartan con ellos la alegría de ese día en que se formó su familia.
  • 18 de febrero: En el amor cotidiano de los esposos, los padres y los hijos, la familia cristiana participa en la misión profética, sacerdotal y real de Jesucristo. (Ver Juan Pablo II, Familiaris Consortio, 50) ¡Qué gran vocación!
  • 19 de febrero: La Cuaresma es un tiempo para hacer un balance de nuestras vidas. Es un buen momento para confesarse. Programen un momento para la confesión. Mejor aún, intenten ir juntos y con sus hijos.
  • 20 de febrero: Durante la Cuaresma, los cristianos reflexionamos sobre los 40 días que Jesús pasó en el desierto. Los desiertos son lugares solitarios donde tenemos que enfrentarnos a nosotros mismos, con nuestros defectos y todo. Concédanse hoy un tiempo personal y tranquilo para reflexionar sobre este misterio.
  • 21 de febrero: El Miércoles de Ceniza comenzamos el tiempo penitencial de la Cuaresma. Mientras reflexionas sobre qué práctica penitencial personal podrías llevar a cabo durante la Cuaresma, considera también si hay algo que te gustaría hacer en equipo con tu esposo/a. Rezar juntos, ayunar de dulces, no quejarse, etc.
  • 22 de febrero: El diablo tentó a Jesús con comida, poder, gloria y seguridad (Lc 4,1-13) ¿Cuál es la mayor tentación para tu matrimonio? ¿El exceso de trabajo? ¿La falta de atención? ¿El deporte? ¿La tecnología? ¿Preocupación por las finanzas, los niños, la pornografía? Afróntenlo juntos.
  • 23 de febrero: Una forma de sacrificarse en Cuaresma es hacer un balance de lo que tienes, pero no necesitas. ¿A qué puedes renunciar para que otros se beneficien? Empieza por tu propio armario y comprueba si se contagia esta acción en tu familia.
  • 24 de febrero: ¿Te has propuesto rezar más durante la Cuaresma? Como matrimonio, terminen cada noche rezando juntos, agradeciendo a Dios uno por el otro y por las bendiciones del día.
  • 25 de febrero: ¿Cómo vas con tus propósitos de Cuaresma? Mantenerlos puede ser más fácil si como esposos se apoyan mutuamente.
  • 26 de febrero: “Perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará” (Lc 6, 37-38). El matrimonio requiere que cada uno de los esposos sea generoso y perdone, pero también que acepte los regalos y el perdón del otro. Recen por que Dios les conceda estas gracias.
  • 27 de febrero: El Papa Francisco llamó a la familia “la primera y más importante escuela de misericordia” ¿De qué manera puedes enseñar la misericordia en tu familia?
  • 28 de febrero: ¿Tus propósitos cuaresmales están profundizando tu relación con Dios, con tu esposo/a y con tu familia?

Celebre la Semana Nacional del Matrimonio 2023

¡Este 7 al 14 de febrero de 2023, celebraremos la Semana Nacional del Matrimonio! Esta celebración anual es una gran oportunidad para que todos reflexionen sobre el regalo que es el matrimonio para nuestra Iglesia y nuestro país, así como una oportunidad para que las parejas revivan y crezcan sus propios matrimonios.

Este año nuestro tema es: Matrimonio: Una sola carne, entregada y recibida

Así es como puede unirse a nosotros:

  • Dedique un poco de tiempo a la oración y la reflexión participando en nuestro retiro en casa de siete días enfocado en el matrimonio disponible en español aquí y en inglés aquí
  • Comparta nuestro volante y nuestras gráficas para redes sociales de la Semana Nacional del Matrimonio, disponibles en inglés y español aquí.
  • Anime a su parroquia a celebrar el Domingo Mundial del Matrimonio (12 de febrero de 2023). Aquí puede encontrar varios recursos pastorales, incluyendo sugerencias para la homilía.
  • Rece un rosario pidiendo para las parejas casadas y las familias.
  • ¡Navegue por nuestro sitio web y encuentre artículos para enriquecer su matrimonio! Cada mes publicamos un blog con consejos para su matrimonio como este: enero 2023, febrero 2023

Aquí hay algunos de los recursos de años pasados que podrían utilizar también:

Enero- Consejos para la vida en Pareja

  • 1 de enero: Damos la bienvenida a un año nuevo y con éste, llega una nueva oportunidad para renovar su matrimonio. ¿Qué es lo que más les encanta de su matrimonio? ¿Cuál es el mejor consejo matrimonial que han recibido?
  • 2 de enero: A menudo Jesús recuerda a sus discípulos no tener miedo: “Soy yo; no teman” (Mt 14, 27). Sin embargo, todos tenemos miedos que vencer. Conversa con tu cónyuge a cerca de tus miedos y de cómo confiarlos a la misericordia de Dios.
  • 3 de enero: “El matrimonio es una alianza para toda la vida” (USCCB, El Matrimonio: El amor y la vida en el plan divino). Alianza significa compartir la vida juntos, brindándose ayuda mutuamente para caminar juntos hacia el cielo. ¿Tu matrimonio refleja una comunión de amor? Comprométete a hacer algo especial por tu esposo/a al menos una vez a la semana.
  • 4 de enero: Las Bienaventuranzas son algunos de los versículos más conocidos del Nuevo Testamento. Las palabras de Jesús son una llamada a la fe y a la humildad en la vida espiritual. ¿Cuál de las Bienaventuranzas necesitas cultivar más como esposo/a? Dialoga con tu cónyuge y toma la decisión concreta de vivirla de todo corazón.
  • 5 de enero: Tomarse un tiempo para descansar no es una pérdida de tiempo. Elijan un día esta semana solo para descansar como esposos: no hagan quehaceres de la casa, no piensen en las preocupaciones. No hace falta que el descanso sea largo para sentirse renovados. Sigan el ejemplo de Dios, nuestro Creador, que descansó el séptimo día.
  • 6 de enero: El 6 de enero celebramos la Epifanía, cuando los tres reyes magos honraron a Jesús con regalos. Reflexionen sobre los regalos que recibieron esta Navidad. ¿Cuál ha sido el más especial y por qué?
  • 7 de enero: Recen por las parejas que desean tener un hijo, pero no pueden, así como por las que tienen un embarazo no planeado y sienten miedo. Abracen a sus hijos de manera especial esta noche.
  • 8 de enero: ¿Qué hace que un matrimonio sea feliz? Entre otras cosas, el poder reírse como pareja cuando las cosas van mal es una fuente de tranquilidad en medio de la tempestad. ¿Hay algún recuerdo del pasado del que ahora puedan reírse?
  • 9 de enero: Aunque no sea lo tuyo, vale la pena hacer algo con tu pareja, sólo porque le gusta a la otra persona. Por ejemplo, ver la película favorita de ella o el deporte favorito de él, intentar bailar juntos, tomar una clase, leer un libro, cocinar un platillo, etc. Hacer feliz al otro es la misión del amor conyugal.
  • 10 de enero: ¿Tu trabajo te roba tiempo de pareja? ¿Estás “casado” con tu trabajo? ¿El cuidado de los hijos o el voluntariado consumen tanto tiempo que no queda energía ni tiempo para tu pareja? Reajusta tus prioridades. Después de Dios, tu matrimonio es primero.
  • 11 de enero: La crianza de los hijos es una alegría, pero también puede suponer una carga para el matrimonio. La crianza de los niños pequeños puede ser físicamente exigente, y la de los adolescentes puede ser emocionalmente agotadora. Tómate un tiempo hoy para reconectar con tu esposo/a.
  • 12 de enero: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad” (Sal 40: 8a, 9a) ¿Cuándo fue la última vez que como esposos oraron juntos para conocer la voluntad de Dios para su familia? Dediquen un tiempo a solas con el Señor. Oren juntos para estar siempre dispuestos a hacer la voluntad de Dios.
  • 13 de enero: Las parejas separadas por la distancia tienen bendiciones y desafíos. La ausencia puede hacer que el corazón se vuelva más cariñoso, pero también puede causar soledad y tentaciones. Planea maneras de mantenerte cerca de tu amado/a incluso cuando estés lejos.
    14 de enero: Al menos una vez cada día intenten escribirse una nota o un texto para decirse que se aman.
  • 15 de enero: El Proyecto Nacional del Matrimonio (National Marriage Project) identificó 10 factores clave relacionados con la combinación exitosa del matrimonio y la paternidad. Los tres últimos son: el apoyo de los amigos y la familia, una base económica sólida y tiempo de calidad en familia. ¿En cuál de estos 3 les falta trabajar más?
  • 16 de enero: La familia es el “santuario de la vida”. Reza con tu familia por el fin del aborto y por los que lloran la pérdida de un hijo a causa del aborto.
  • 17 de enero: En cada aniversario escríbanse cartas de amor y tómense una foto de pareja. Colóquenlas en una carpeta para atesorarlas durante años.
  • 18 de enero: El clásico espiritual de San Francisco de Sales, “Introducción a la vida devota”, fue escrito para animar a los hombres y mujeres a vivir una vida santa en medio de sus ocupaciones diarias. ¡Recuerden que están llamados a la santidad, a vivir un matrimonio santo!
  • 19 de enero: El internet y las redes sociales pueden enriquecer nuestras vidas, pero también pueden amenazar nuestros matrimonios. No se trata sólo de la pornografía o de encontrar viejos amores en Facebook, sino también del tiempo que se le quita a la interacción con el ser amado. Como esposos, acuerden límites mutuos del tiempo de pantalla.
  • 20 de enero: Preparen una cena especial juntos, aunque sea una noche cualquiera. Recuerden una comida especial que hayan compartido durante su noviazgo.
  • 21 de enero: “Yo quiero que ustedes vivan sin inquietudes” (1 Cor 7,32). La vida matrimonial cotidiana incluye su porción de ansiedad: facturas, horarios, conflictos de personalidad, tareas domésticas, etc. Recen y hablen juntos sobre la mejor manera de manejar estas formas de ansiedad.
  • 22 de enero: “¿Un miembro es enaltecido? Todos los demás participan de su alegría” (1 Cor 12,26) ¿Qué aspecto físico de tu pareja te resulta especialmente atractivo?
  • 23 de enero: Cada noche antes de irse a dormir, pidan perdón por las cosas que no apreciaron de su pareja, por las que hicieron mal o si se han ofendido. Nunca se vayan a dormir enojados el uno con el otro.
  • 24 de enero: Es un año nuevo, una oportunidad para empezar de nuevo. ¿Cuál es el cambio que te gustaría hacer para ser mejor esposo o esposa?
  • 25 de enero: Ahora que el ajetreo de la Navidad empieza a disminuir, ¿por qué no empezar bien el nuevo año planificando una noche semanal en familia? Sean creativos y pasen tiempo de calidad juntos.
  • 26 de enero: Rezar juntos como pareja y como familia fortalecerá su amor a través de los tiempos difíciles. Siempre intenten ir a Misa juntos.
  • 27 de enero: Pidamos a la Sagrada Familia que bendiga nuestros matrimonios y familias durante este nuevo año.
  • 28 de enero: “La paternidad y la maternidad representan un cometido de naturaleza no simplemente física, sino también espiritual” – San Juan Pablo II, Carta a las familias, 10. Padres, tomen en serio su tarea de alimentar la fe de sus hijos. Los padrinos son una gran ayuda en este sentido.
  • 29 de enero: “La familia es … el ambiente en que el hombre puede vivir «por sí mismo» a través de la entrega sincera de sí” – San Juan Pablo II, Carta a las familias, 11. ¿Se aprecia a las personas de tu familia por su bondad inherente, más allá de cualquier “utilidad” o habilidad que aporten a la familia?
  • 30 de enero: ¿La tecnología interrumpe el tiempo en familia? Intenten tener un tiempo libre de tecnología todos los días. Disfruten de su familia que es un don de Dios.
  • 31 de enero: “Si se enojan, no se dejen arrastrar al pecado ni permitan que la noche los sorprenda enojados” (Ef 4,26). ¡Qué gran consejo! Incluso si un problema no se resuelve por completo, háganse el propósito de decir “lo siento” y “te amo” después de una discusión y antes de acostarse.

Enero- Consejos para la vida en Pareja

  • 1 de enero: Damos la bienvenida a un año nuevo y con éste, llega una nueva oportunidad para renovar su matrimonio. ¿Qué es lo que más les encanta de su matrimonio? ¿Cuál es el mejor consejo matrimonial que han recibido?
  • 2 de enero: A menudo Jesús recuerda a sus discípulos no tener miedo: “Soy yo; no teman” (Mt 14, 27). Sin embargo, todos tenemos miedos que vencer. Conversa con tu cónyuge a cerca de tus miedos y de cómo confiarlos a la misericordia de Dios.
  • 3 de enero: “El matrimonio es una alianza para toda la vida” (USCCB, El Matrimonio: El amor y la vida en el plan divino). Alianza significa compartir la vida juntos, brindándose ayuda mutuamente para caminar juntos hacia el cielo. ¿Tu matrimonio refleja una comunión de amor? Comprométete a hacer algo especial por tu esposo/a al menos una vez a la semana.
  • 4 de enero: Las Bienaventuranzas son algunos de los versículos más conocidos del Nuevo Testamento. Las palabras de Jesús son una llamada a la fe y a la humildad en la vida espiritual. ¿Cuál de las Bienaventuranzas necesitas cultivar más como esposo/a? Dialoga con tu cónyuge y toma la decisión concreta de vivirla de todo corazón.
  • 5 de enero: Tomarse un tiempo para descansar no es una pérdida de tiempo. Elijan un día esta semana solo para descansar como esposos: no hagan quehaceres de la casa, no piensen en las preocupaciones. No hace falta que el descanso sea largo para sentirse renovados. Sigan el ejemplo de Dios, nuestro Creador, que descansó el séptimo día.
  • 6 de enero: El 6 de enero celebramos la Epifanía, cuando los tres reyes magos honraron a Jesús con regalos. Reflexionen sobre los regalos que recibieron esta Navidad. ¿Cuál ha sido el más especial y por qué?
  • 7 de enero: Recen por las parejas que desean tener un hijo, pero no pueden, así como por las que tienen un embarazo no planeado y sienten miedo. Abracen a sus hijos de manera especial esta noche.
  • 8 de enero: ¿Qué hace que un matrimonio sea feliz? Entre otras cosas, el poder reírse como pareja cuando las cosas van mal es una fuente de tranquilidad en medio de la tempestad. ¿Hay algún recuerdo del pasado del que ahora puedan reírse?
  • 9 de enero: Aunque no sea lo tuyo, vale la pena hacer algo con tu pareja, sólo porque le gusta a la otra persona. Por ejemplo, ver la película favorita de ella o el deporte favorito de él, intentar bailar juntos, tomar una clase, leer un libro, cocinar un platillo, etc. Hacer feliz al otro es la misión del amor conyugal.
  • 10 de enero: ¿Tu trabajo te roba tiempo de pareja? ¿Estás “casado” con tu trabajo? ¿El cuidado de los hijos o el voluntariado consumen tanto tiempo que no queda energía ni tiempo para tu pareja? Reajusta tus prioridades. Después de Dios, tu matrimonio es primero.
  • 11 de enero: La crianza de los hijos es una alegría, pero también puede suponer una carga para el matrimonio. La crianza de los niños pequeños puede ser físicamente exigente, y la de los adolescentes puede ser emocionalmente agotadora. Tómate un tiempo hoy para reconectar con tu esposo/a.
  • 12 de enero: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad” (Sal 40: 8a, 9a) ¿Cuándo fue la última vez que como esposos oraron juntos para conocer la voluntad de Dios para su familia? Dediquen un tiempo a solas con el Señor. Oren juntos para estar siempre dispuestos a hacer la voluntad de Dios.
  • 13 de enero: Las parejas separadas por la distancia tienen bendiciones y desafíos. La ausencia puede hacer que el corazón se vuelva más cariñoso, pero también puede causar soledad y tentaciones. Planea maneras de mantenerte cerca de tu amado/a incluso cuando estés lejos.
    14 de enero: Al menos una vez cada día intenten escribirse una nota o un texto para decirse que se aman.
  • 15 de enero: El Proyecto Nacional del Matrimonio (National Marriage Project) identificó 10 factores clave relacionados con la combinación exitosa del matrimonio y la paternidad. Los tres últimos son: el apoyo de los amigos y la familia, una base económica sólida y tiempo de calidad en familia. ¿En cuál de estos 3 les falta trabajar más?
  • 16 de enero: La familia es el “santuario de la vida”. Reza con tu familia por el fin del aborto y por los que lloran la pérdida de un hijo a causa del aborto.
  • 17 de enero: En cada aniversario escríbanse cartas de amor y tómense una foto de pareja. Colóquenlas en una carpeta para atesorarlas durante años.
  • 18 de enero: El clásico espiritual de San Francisco de Sales, “Introducción a la vida devota”, fue escrito para animar a los hombres y mujeres a vivir una vida santa en medio de sus ocupaciones diarias. ¡Recuerden que están llamados a la santidad, a vivir un matrimonio santo!
  • 19 de enero: El internet y las redes sociales pueden enriquecer nuestras vidas, pero también pueden amenazar nuestros matrimonios. No se trata sólo de la pornografía o de encontrar viejos amores en Facebook, sino también del tiempo que se le quita a la interacción con el ser amado. Como esposos, acuerden límites mutuos del tiempo de pantalla.
  • 20 de enero: Preparen una cena especial juntos, aunque sea una noche cualquiera. Recuerden una comida especial que hayan compartido durante su noviazgo.
  • 21 de enero: “Yo quiero que ustedes vivan sin inquietudes” (1 Cor 7,32). La vida matrimonial cotidiana incluye su porción de ansiedad: facturas, horarios, conflictos de personalidad, tareas domésticas, etc. Recen y hablen juntos sobre la mejor manera de manejar estas formas de ansiedad.
  • 22 de enero: “¿Un miembro es enaltecido? Todos los demás participan de su alegría” (1 Cor 12,26) ¿Qué aspecto físico de tu pareja te resulta especialmente atractivo?
  • 23 de enero: Cada noche antes de irse a dormir, pidan perdón por las cosas que no apreciaron de su pareja, por las que hicieron mal o si se han ofendido. Nunca se vayan a dormir enojados el uno con el otro.
  • 24 de enero: Es un año nuevo, una oportunidad para empezar de nuevo. ¿Cuál es el cambio que te gustaría hacer para ser mejor esposo o esposa?
  • 25 de enero: Ahora que el ajetreo de la Navidad empieza a disminuir, ¿por qué no empezar bien el nuevo año planificando una noche semanal en familia? Sean creativos y pasen tiempo de calidad juntos.
  • 26 de enero: Rezar juntos como pareja y como familia fortalecerá su amor a través de los tiempos difíciles. Siempre intenten ir a Misa juntos.
  • 27 de enero: Pidamos a la Sagrada Familia que bendiga nuestros matrimonios y familias durante este nuevo año.
  • 28 de enero: “La paternidad y la maternidad representan un cometido de naturaleza no simplemente física, sino también espiritual” – San Juan Pablo II, Carta a las familias, 10. Padres, tomen en serio su tarea de alimentar la fe de sus hijos. Los padrinos son una gran ayuda en este sentido.
  • 29 de enero: “La familia es … el ambiente en que el hombre puede vivir «por sí mismo» a través de la entrega sincera de sí” – San Juan Pablo II, Carta a las familias, 11. ¿Se aprecia a las personas de tu familia por su bondad inherente, más allá de cualquier “utilidad” o habilidad que aporten a la familia?
  • 30 de enero: ¿La tecnología interrumpe el tiempo en familia? Intenten tener un tiempo libre de tecnología todos los días. Disfruten de su familia que es un don de Dios.
  • 31 de enero: “Si se enojan, no se dejen arrastrar al pecado ni permitan que la noche los sorprenda enojados” (Ef 4,26). ¡Qué gran consejo! Incluso si un problema no se resuelve por completo, háganse el propósito de decir “lo siento” y “te amo” después de una discusión y antes de acostarse.

Adviento en familia

La temporada de Adviento es un tiempo de preparación que dirige nuestros corazones y mentes a la segunda venida de Cristo al final de los tiempos y al aniversario del nacimiento de Nuestro Señor en Navidad. Los animamos a utilizar los recursos a continuación para celebrar el Adviento en familia:

Decisiones médicas importantes cuando se acerca el final de nuestros días

Por Silvio Cuellar

Recientemente, pasé por situaciones en las que mi padre y mi suegra estuvieron al borde de la muerte en hospitales. Esas situaciones nos llevan a pensar en decisiones médicas sobre qué es lo que está permitido de acuerdo a nuestra fe cuando nuestra vida está en peligro de apagarse y las opciones de lo que podemos decidir éticamente de acuerdo a nuestra fe católica.

Te has puesto a pensar alguna vez:

  • ¿Qué pasaría con mis hijos si el Señor me llamara mañana y quien se haría cargo de ellos, de su custodia y cuidado?
  • ¿Qué pasaría si yo quedara incapacitado sin poder hablar por mí mismo y qué procedimientos médicos quisiera que me hagan o no?
  • ¿Quisiera que me mantengan con vida usando medios extraordinarios o quisiera dar órdenes por escrito de qué no me resuciten o no usen métodos extraordinarios?

Cuando hablamos de métodos extraordinarios, nos estamos refiriendo a máquinas que nos ayudan a respirar artificialmente, y las enseñanzas de la Iglesia católica dicen que es lícito dar instrucciones de que no queremos usar métodos extraordinarios para mantenernos con vida.

Al mismo tiempo las enseñanzas de la Iglesia nos dicen que no está permitido usar drogas o medicamentos con el fin de terminar nuestra vida en situaciones cuando uno está agonizando. Sí se pueden usar métodos para controlar el dolor, siempre y cuando el fin no sea terminar con la vida más rápido.

¿Qué podemos hacer? Es importante tener un documento que se llama Directiva anticipada (Advance Directive en inglés), también conocido como Disposiciones adelantadas o Instrucciones por adelantado. Es un documento de directivas médicas donde pongamos por escrito lo que quisiéramos que pase y cuáles son nuestros deseos en diferentes circunstancias y estableciendo quién de nuestra familia podrá tomar decisiones por nosotros si quedáramos incapacitados.

También es importante dejar por escrito un testamento (will en inglés) determinando qué pasará con nuestras propiedades como casa, carros, terrenos, ahorros, etc. en caso de una muerte inesperada. Para los padres de niños menores de edad también hay que incluir quién se encargará de ellos.

Finalmente es primordial especialmente para los casados tener un seguro de vida para evitar que tu esposa o esposo e hijos pasen dificultades financieras en caso de algún accidente o muerte inesperada.

No dejes las decisiones para mañana, deja por escrito tus deseos e instrucciones médicas y legales importantes pues lo que tú no decidas tal vez otros tendrán que decidir por ti y tal vez no sea lo que tú hubieras querido y deseado.

¡Que Dios te bendiga!

Silvio Cuéllar es músico pastoral, compositor, periodista y conferencista en temas de liturgia, vida y familia. Sirve como coordinador diocesano de la Oficina del Ministerio Hispano de la Diócesis de Providence, Rhode Island, Editor Asociado del periódico El Católico de Rhode Island y director de música en la parroquia Blessed Sacrament en Providence, R.I. 

 

Usado con permiso, este artículo fue publicado en El Católico de Rhode Island en noviembre del 2022.

 

Para obtener más información, consulta estos recursos de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos:

 

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Diez consejos para lidiar con el duelo

Los días festivos pueden ser difíciles cuando uno está de duelo por la muerte de un ser querido, el final de una relación o la pérdida de un trabajo o de la salud. Aquí hay algunas pautas que pueden ayudarlo a recuperarse del duelo durante la temporada de días festivos.

  1. El duelo requiere energía, así que sea amable con usted mismo.Trátese como trataría a un amigo.

Intente esto hoy: Escriba “Soy un precioso hijo de Dios” (o “trátese como a su mejor amigo”) y colóquelo en el espejo de su baño o habitación. Léelo todos los días.

  1. Pase tiempo con personas que escuchen y validen sus sentimientos,y concédase permiso de no pasar tiempo con los que no saben qué decir o los que dicen cosas insensibles.

Intente esto hoy: Llame a un amigo que le escuche y hable con él o ella.

  1. Cree tiempo y espacio para el duelo.Aparte tiempo y póngase en contacto con sus sentimientos. Deje que las lágrimas vengan. Utilicen fotos o videos para incitar los sentimientos si es necesario. Jesús lloró y entiende la necesidad de llorar y la necesidad de rendirse. Pero también ha redimido todo el proceso de duelo. Él ha pasado por esto, así que usted no tiene que hacerlo solo.

Intente esto hoy: Dependiendo de sus necesidades, llame a un centro de retiro para reservar tiempo con el Señor y con usted mismo. Incluso unas pocas horas en su iglesia local pueden ser útiles.

  1. Recuerde algo bueno que su ser querido querría para usted. Sabemos que nuestros seres queridos no querrían que nuestro dolor nos consumiera. Quieren que recordemos que la fe nos dice que los volveremos a ver. Mientras tanto, Dios puede sanarnos a través del amor a los demás.

Intente esto hoy: Cuando esté triste, dígase a sí mismo que está bien estar triste; está bien llorar. Luego recuérdese algo bueno que su ser querido querría para usted.

  1. Dios puede convertir nuestro dolor en gratitud.Romanos 8, 28 nos dice que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman. Dios nos ama tanto que, por el poder del Espíritu Santo, Dios sanará nuestro dolor y lo usará para bien. He visto esto en mi vida y le da un nuevo sentido a mi dolor.

Intente esto hoy: Lea Romanos 8, 28 y escriba lo que significa para usted en su duelo.

  1. Considere cambiar las rutinas de los días festivos. Algunas tradiciones pueden ser reconfortantes, entonces manténgalas. Pero algunas tradiciones pueden ser difíciles y es posible que le falte la energía para hacerlas. Concédase permiso para cambiarlas si cree que Dios le está llamando a hacerlo.

Intente esto hoy: Hable con un ser querido que lo hace sentir seguro y que pueda ayudarlo a decidir qué rituales mantener y cuáles cambiar.

  1. Tómese un tiempo para las actividades que solía disfrutar. En ciertos momentos del proceso de duelo tenemos que hacer las cosas que solíamos disfrutar antes de que comenzara nuestro duelo.

Intente esto hoy: Tómese un momento para enumerar algunas de las cosas que solía disfrutar antes de que comenzara su duelo, y ore acerca de cuáles quiere el Espíritu Santo que haga esta semana o este día.

  1. Considere la forma en que se considera a sí mismo.Usted no es el problema; usted es precioso. Evite autoafirmaciones negativas como: “¿Cómo puedo ser tan estúpido?” o castigarse con remordimientos (“Si tan solo le hubiera dicho antes de que muriera…”). Empiece a decirse cosas positivas: usted es hijo de Dios, Dios lo ama, Dios se preocupa por usted, es bueno y hermoso porque Dios lo creó bueno y hermoso.

Intente esto hoy: ¡Dígase algo positivo ahora mismo! Detenga cualquier palabra negativa, que no esté ayudando a su sanación y que pueda indicar que necesita hacer más trabajo de duelo.

  1. Entienda que no está solo Hay un lado universal y un lado particular en todo sufrimiento. Universalmente, hay muchas personas que entienden algo de lo que pasamos cuando estamos de luto. Particularmente, nunca podrá usted comprender completamente mi sufrimiento ni yo puedo comprender completamente su sufrimiento. Si nos enfocamos demasiado en el lado particular, se vuelve demasiado egocéntrico y nos caemos en la mentira de que “nadie entiende”.

Intente esto hoy: Si siente que “nadie entiende” la profundidad de su dolor, dígase a sí mismo que es solo una verdad a medias: que universalmente, muchas personas entienden el trabajo que se requiere el luto, y recuerde que Jesús lo entiende completamente.

  1. No hay una manera correcta de hacer el duelo.Todos pasamos el duelo de manera diferente, y los hombres y las mujeres lo harán de una manera distinta. Ser consciente de esto puede liberarnos de tratar de controlar el trabajo de duelo de otra persona. Dicho esto, si una persona no está progresando en su duelo para nada y no duerme bien, tiene ansiedad o se mantiene tan ocupada que no siente nada, esos pueden ser indicadores de que puede necesitar más trabajo de duelo para que se pueda sanar.

Sobre el Autor
Jim Otremba, M.Div, MS, LICSW es un terapeuta licenciado y entrenador católico en Minnesota (www.coachinginchrist.com).

 

Este artículo se publicó en inglés en https://www.foryourmarriage.org/ten-tips-for-dealing-with-grief/

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