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El cuidado al anciano por parte de la familia

El Santo Padre se dirigió a los participantes de la XXI Asamblea Plenaria de la Academia Pontificia para la Vida el 5 de marzo de 2015. El tema de la Asamblea fue “Asistencia al anciano y cuidados paliativos”.

El Papa Francisco dijo: “Los cuidados paliativos son expresión de la actitud propiamente humana de cuidarse unos a otros, especialmente a quien sufre”. Muestra la creencia en lo sagrado y precioso de la vida humana. La persona que sufre y que se acerca a la muerte es siempre un “un bien para sí misma y para los demás y es amada por Dios”, dijo el Santo Padre. Es nuestra responsabilidad ayudar y apoyar a un ser humano cuando se acerca a la muerte.

El cuarto mandamiento, “Honrarás a tu padre y a tu madre”, se puede entender que se aplica a todas las personas ancianas. El Papa señala: “A este mandamiento Dios asocia una doble promesa: ‘Para que se prolonguen tus días’ (Éxodo 20,12) y – la otra- ‘seas feliz’ (Deuteronomio 5,16)”, mientras que, por otro lado, para quienes descuidan a los padres, “la Biblia reserva una severa advertencia”. Si somos sabios, dice el Papa Francisco, veremos que la persona anciana tiene un valor especial y puede enseñarnos, aunque parezcan “menos útiles”. En la sociedad contemporánea, señala el Papa, “la que la lógica de la utilidad prevalece sobre la de la solidaridad y la gratuidad, incluso en el seno de las familias”.

La Escritura nos llama a tener el “máximo respeto” por aquel que “podría ser abandonado para morir o ‘dejarlo morir’”, y la medicina tiene una función clave en esto. El beneficio o la eficiencia no deben ser las principales consideraciones en la profesión médica. “no hay deber más importante para una sociedad”, dice el Papa, “que el de cuidar a la persona humana”.

El Papa Francisco llama a las familias a cuidar a los ancianos porque el amor y el afecto de sus familiares “ni siquiera las estructuras públicas más eficientes o los agentes sanitarios más competentes y caritativos pueden sustituir”. Cuando la familia requiere ayuda, los cuidados paliativos pueden entrar y apoyarlos en esta tarea. Este tipo de atención ofrece a los ancianos y enfermos terminales el alivio de algunos de sus sufrimientos y les brinda el apoyo que necesitan al final de sus vidas. El Papa señala que el abandono es la “‘enfermedad’ más grave del anciano, y también la injusticia más grande que puede sufrir”.

Dirigiéndose a quienes trabajan en cuidados paliativos, el Papa Francisco les agradeció por ponerlo a disposición de todos aquellos que lo necesitan y por mostrar así el valor de la vida humana. Los exhortó a preservar el noble sentido de la medicina que jamás se vuelve contra la persona y su dignidad. Animó a los reunidos a continuar con sus investigaciones y estudios para promover y defender la vida en todo momento.

Texto completo aquí.

 

Este artículo se publicó en inglés en https://www.foryourmarriage.org/blogs/the-familys-care-for-the-elderly/

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La esperanza como respuesta a la muerte en la familia

En su audiencia general del miércoles 17 de junio de 2015, el Papa Francisco habló sobre la experiencia de la muerte en la familia. Llamó a la muerte una realidad que “toca a todas las familias” y la calificó como un “agujero negro” en la vida de la familia. Señaló que la experiencia de la muerte es particularmente dolorosa y solitaria cuando un padre pierde a un hijo, o viceversa. El resultado de este dolor extremo a menudo es la ira dirigida hacia Dios. Además, pecados como “odio, envidia, soberbia, [y] avaricia” a menudo acompañan a la muerte física, haciendo más intenso el sufrimiento de las familias.

El Papa Francisco proclamó que, con la gracia de Jesús, las familias pueden enfrentar la difícil realidad de la muerte mostrando amor en sus acciones. “El amor es más fuerte que la muerte”, dijo; tiene el poder de quitar el “aguijón” de la muerte. Además, el supremo acto de amor de Jesús en la Cruz ya ha destruido la muerte. Por eso, las familias que experimentan el dolor de la muerte deben vivir con esperanza, sabiendo que llegará un tiempo en que “ya no habrá muerte, ni duelo, ni llanto, ni dolor” (Ap 21, 4). Las familias que responden a la muerte con fe en lugar de desesperación pueden verse fortalecidas por la experiencia de la muerte y pueden desarrollar una compasión más profunda por otras personas que atraviesan situaciones similares.

Luego, el Papa Francisco comentó sobre una lectura del Evangelio (Lucas 7, 11-15), destacando que al final de la historia de curación, Jesús “se lo entregó [al hombre enfermo] a su madre”. El Santo Padre dijo que esto es lo que sucederá en el Cielo: Jesús devolverá a los seres queridos perdidos al cuidado de sus familias. Tener fe en el reencuentro en el más allá evita que las familias sucumban tanto a una filosofía nihilista de la muerte, igual que a las supersticiones en torno a la muerte.

Por último, el Papa Francisco expresó su deseo de que los cristianos conozcan más ampliamente el papel de la fe en el duelo. Él cree que “no se debe negar el derecho al llanto”, señalando que Jesús también lloró en la tumba de Lázaro. Concluyó su mensaje recordando a la multitud que “el trabajo del amor de Dios es más fuerte que el trabajo de la muerte” y que “Jesús nos devolverá a todos la familia”.

El mensaje completo del Papa

 

Este artículo se publicó en inglés en https://www.foryourmarriage.org/blogs/hope-as-a-response-to-death-in-the-family/

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Cuidemos nuestra casa común

El 22 de abril celebramos el Día Internacional de la Madre Tierra. Como católicos, nos comprometemos a responder al llamado del Papa Francisco a cuidar la creación de Dios. Aquí compartimos sobre cómo pueden unirse como pareja y como familia a este esfuerzo y compromiso de cuidar nuestra casa común.

Crecer en santidad siguiendo los consejos del Papa Francisco

¿Quiere unas ideas cómo crecer en santidad, junto con su cónyuge? ¡Intenten seguir algunos consejos del Papa! En sus homilías y discursos, el Papa Francisco ha hablado muy directamente sobre cómo deben tratarse el marido y la mujer, sobre la oración dentro de la familia y otras formas en que la familia vive su identidad como una “Iglesia doméstica”. Entonces, esta Cuaresma, ¿por qué no comprometerse con su cónyuge a probar una de las siguientes resoluciones cuaresmales, basadas en las palabras del Santo Padre?

 

  1. Usar la cortesía con su cónyuge.

Use peticiones gentiles: “¿Puedo, permiso?” Por ejemplo, “¿Te gusta si hacemos así?” y “¿Quieres que salgamos esta noche?”

“Pedir permiso significa saber entrar con cortesía en la vida de los demás. …El amor auténtico no se impone con dureza y agresividad.” (Discurso a las parejas de novios, Roma, 14 de febrero de 2014.)

 

  1. Decirle “gracias” a su cónyuge.

“Parece fácil pronunciar esta palabra, pero sabemos que no es así. ¡Pero es importante! … es importante tener viva la conciencia de que la otra persona es un don de Dios, y a los dones de Dios se dice ¡gracias!” (Discurso a las parejas de novios, Roma, 14 de febrero de 2014)

 

  1. Pedirle perdón a su cónyuge.

Diga: “Perdón”.

“Aprendamos a reconocer nuestros errores y a pedir perdón. ‘Perdona si hoy levanté la voz’; ‘perdona si pasé sin saludar’; ‘perdona si llegué tarde'”.  (Discurso a las parejas de novios, Roma, 14 de febrero de 2014)

“No terminar jamás una jornada sin hacer las paces. ¡Jamás, jamás, jamás!” (Discurso a las parejas de novios, Roma, 14 de febrero de 2014)

Es importante “tener el valor de pedir perdón cuando nos equivocamos en la familia”. (Discurso a los participantes en la peregrinación de las familias, Roma, 26 de octubre de 2013)

 

  1. Orar junto con su cónyuge y familia.

“Rezar juntos el ‘Padrenuestro’, alrededor de la mesa, no es algo extraordinario: es fácil. Y rezar juntos el Rosario, en familia, es muy bello, da mucha fuerza. Y rezar también el uno por el otro: el marido por la esposa, la esposa por el marido, los dos por los hijos, los hijos por los padres, por los abuelos… Rezar el uno por el otro. Esto es rezar en familia, y esto hace fuerte la familia: la oración”. (Homilía en el día de la familia, Roma, 27 de octubre de 2013)

Pedir al Señor que multiplique su amor y se lo dé fresco y bueno cada día. Oren juntos: “Señor, danos hoy nuestro amor de cada día”. (Discurso a las parejas de novios, Roma, 14 de febrero de 2014)

 

  1. Visitar a los ancianos, especialmente a sus abuelos.

“Los abuelos son la sabiduría de la familia, son la sabiduría de un pueblo. …  ¡Escuchar a los abuelos!” (Discurso a los participantes en la peregrinación de las familias, Roma, 26 de octubre de 2013)

“Qué importantes son [los abuelos] en la vida de la familia para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es esencial para toda sociedad”. (Ángelus en la Jornada Mundial de la Juventud, Río de Janeiro, 26 de julio de 2013)

 

  1. Compartir la fe con los demás.

“Las familias cristianas son familias misioneras. …  Son misioneras también en la vida de cada día, haciendo las cosas de todos los días, poniendo en todo la sal y la levadura de la fe”. (Homilía en el día de la familia, Roma, 27 de octubre de 2013)

 

 

Fuente
Este artículo fue traducido de For Your Marriage https://www.foryourmarriage.org/lenten-resolutions-for-married-couples-inspired-by-pope-francis/

Fue escrito en inglés por Bethany Meola.

 

Año de la “Familia Amoris Laetitia”

El 19 de marzo de 2021, la Iglesia celebra el quinto aniversario de la publicación de la exhortación apostólica del Papa Francisco Amoris Laetitia, sobre la belleza y la alegría del amor familiar.

El mismo día el Papa Francisco inaugura el Año “Familia Amoris Laetitia“, que terminará
el 26 de junio de 2022 con ocasión
del X Encuentro Mundial de las Familias
en Roma con el Santo Padre.

Para obtener más información sobre el Año de la “Familia Amoris Laetitia o leer el texto completo de Amoris Laetitia, visite el sitio web del Vaticano.

 

Por Tu Matrimonio seguirá publicando recursos durante todo el año para ayudar a las parejas y familias a celebrar el Año de la Familia.

 

“Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios”. (Amoris Laetitia, 325)

De la USCCB

 

Del Vaticano

 

Celebremos el Año de San José

La Iglesia Universal está celebrando el Año de San José desde el 8 de diciembre de 2020 hasta el 8 de diciembre de 2021.

El mes de marzo tradicionalmente se dedica a San José.  San José es un perfecto modelo y santo patrono para las parejas y las familias. Por lo tanto, Por Tu Matrimonio va a compartir sobre San José durante todo el mes.  Síganos en Facebook o en Twitter e inscríbase al boletín electrónico para no perder lo que viene.

“El beato Pío IX lo declaró ‘Patrono de la Iglesia Católica’, el venerable Pío XII lo presentó como ‘Patrono de los trabajadores’ y san Juan Pablo II como ‘Custodio del Redentor’. El pueblo lo invoca como ‘Patrono de la buena muerte’” (Papa Francisco, Patris Corde, 2020).

¿Qué es al Año de San José?

El 8 de diciembre de 2020, el Papa Francisco declaró que la Iglesia celebrará el Año de San José. El Año de San José comenzó el 8 de diciembre de 2020 y terminará el 8 de diciembre de 2021. Es un acontecimiento histórico para la Iglesia porque es la primera vez que se celebra un Año de San José.

El Año de la Familia Amoris Laetitia también empieza en marzo. ¿Como se conectan?

En el 5º Aniversario, el 19 de marzo de 2021, de la publicación de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia sobre la belleza y la alegría del amor familiar, el Papa Francisco inaugurará el Año “Familia Amoris Laetitia” que concluirá el 26 de junio de 2022 en el 10º Encuentro Mundial de las Familias en Roma.

Este año dedicado a la familia se celebra en simultánea con el Año de San José.  El Papa Francisco dijo, “Encomendamos este camino con las familias de todo el mundo a la Sagrada Familia de Nazaret, en particular a San José, esposo y padre solícito” (Ángelus, 27 de diciembre de 2020).

¿Por qué el Papa Francisco escogió celebrar a San José?

El año 2020 marcó el 150 aniversario de la declaración de San José como Patrono de la Iglesia Universal el 8 de diciembre de 1870.

En su Carta Apostólica Patris Corde (Con corazón de padre) publicada el 8 de diciembre de 2020, el Papa Francisco dijo, “después de María, Madre de Dios, ningún santo ocupa tanto espacio en el Magisterio pontificio como José, su esposo”, pero que muchas veces pasa desapercibido. La pandemia nos ha mostrado que “nuestras vidas están tejidas y sostenidas por persona comunes – corrientemente olvidadas”.

“Todos pueden encontrar en san José —el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta— un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad. San José nos recuerda que todos los que están aparentemente ocultos o en ‘segunda línea’ tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación. A todos ellos va dirigida una palabra de reconocimiento y de gratitud”. (Papa Francisco, Patris Corde, 2020)

¿Cómo podemos celebrar el Año de San José como pareja o como familia?

    • Visite nuestra página de ideas para celebrar el Año de San José en su hogar. Es una lista de enlaces a las oraciones y devociones tradicionales a San José y otras actividades que pueden hacer en pareja o en familia para honrar a San José a través del año.
    • Cada miércoles de marzo vamos a compartir una reflexión para ayudarlos a contemplar las angustias de San José y el ejemplo que nos da. Visite nuestra página en Facebook o en Twitter para ver las reflexiones. También se puede descargar el paquete completo de las reflexiones aquí.
    • Se invita a los hombres a leer el artículo Esposos y Padres como San José por José Juan Valdez.
    • También hay la oportunidad de recibir indulgencias especiales durante el Año de San José. A continuación, se explica qué es una indulgencia y cómo recibirlas en este año especial.

¿Qué son las indulgencias?

La indulgencia es una forma que Dios, en Su misericordia, ha dado a la Iglesia para que seamos libres del castigo temporal por los pecados. El Catecismo de la Iglesia Católica dice:

La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa… es parcial o plenaria según libere de la pena temporal debida por los pecados en parte o totalmente. Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos (CIC, 1471).

Requisitos para obtener una indulgencia

El fiel, convenientemente preparado, en ciertas y determinadas condiciones, con la ayuda de la Iglesia, que, como administradora de la redención, dispensa y aplica con plena autoridad el tesoro de los méritos de Cristo y de los santos. (Indulgentiarum doctrina, “Constitución Apostólica sobre la Revisión de las Indulgencias”, Norma 1).

Requisitos para obtener una indulgencia plenaria (ID, N7):

    • Ejecución de la obra enriquecida con la indulgencia
    • La confesión sacramental
    • La comunión eucarística
    • La oración por las intenciones del Romano Pontífice
      • Rezar un Padre Nuestro y Ave María será suficiente (ID, N10)
    • Que se excluya todo afecto al pecado, incluso venial

Las indulgencias no son remedios mágicos que se obtienen simplemente marcando casillas. En el amor infinito de Dios por nosotros, Él siempre se preocupa por el estado de nuestra alma y desea sobre todo la verdadera conversión del corazón. Por lo tanto, es importante que en todo lo que hagamos estemos luchando por un amor más perfecto a Dios y al prójimo, en lugar de actuar por temor al castigo. Es por eso que la Indulgentiarum doctrina dice con razón que el fiel debe estar “convenientemente preparado” (ID, N1). Sin embargo, Dios sabe que somos imperfectos y debemos confiar en que Dios bendice nuestros sinceros esfuerzos por crecer en santidad a través de nuestras oraciones y obras de caridad. Por lo tanto, cuando no cumplimos perfectamente con las condiciones anteriores para obtener una indulgencia plenaria, especialmente el estar libres de todo afecto al pecado, se puede conceder una indulgencia parcial (ID, N7).

¿Cómo podemos recibir indulgencias especiales en este Año de San José?

Indulgencias Plenarias:

    • Meditar por lo menos 30 minutos la oración del Padre Nuestro
    • Participar en un retiro espiritual de al menos un día que incluya una meditación sobre San José
    • Realizar una obra de misericordia corporal o espiritual
    • Rezar el Santo Rosario en las familias y entre los novios
    • Confiar diariamente su trabajo a la protección de San José
    • Invocar la intercesión de San José para que los que buscan trabajo lo encuentren
    • Rezar la Letanía de San José o alguna otra oración a San José en favor de la Iglesia perseguida y para el alivio de todos los cristianos que sufren toda forma de persecución
    • Rezar cualquier oración o acto de piedad legítimamente aprobado en honor de San José, por ejemplo “A ti, bienaventurado San José”, especialmente el 19 de marzo y el 1 de mayo, fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, el domingo de San José (según la tradición bizantina), el 19 de cada mes y cada miércoles, día dedicado a la memoria del Santo según la tradición latina.

Nota especial: En el actual contexto de emergencia sanitaria, el don de la indulgencia plenaria se extiende particularmente a los ancianos, los enfermos, los moribundos y todos aquellos que por razones legítimas no pueden salir de su casa, los cuales, con el ánimo desprendido de cualquier pecado y con la intención de cumplir, tan pronto como sea posible, las tres condiciones habituales, en su propia casa o dondequiera que el impedimento les retenga, recen un acto de piedad en honor de San José, consuelo de los enfermos y patrono de la buena muerte, ofreciendo con confianza a Dios los dolores y las dificultades de su vida.

Fuente: La sección sobre las indulgencias fue escrita por la Oficina de Culta de la Diócesis de Owensboro