Por Silvio Cuellar
Recientemente, pasé por situaciones en las que mi padre y mi suegra estuvieron al borde de la muerte en hospitales. Esas situaciones nos llevan a pensar en decisiones médicas sobre qué es lo que está permitido de acuerdo a nuestra fe cuando nuestra vida está en peligro de apagarse y las opciones de lo que podemos decidir éticamente de acuerdo a nuestra fe católica.
Te has puesto a pensar alguna vez:
- ¿Qué pasaría con mis hijos si el Señor me llamara mañana y quien se haría cargo de ellos, de su custodia y cuidado?
- ¿Qué pasaría si yo quedara incapacitado sin poder hablar por mí mismo y qué procedimientos médicos quisiera que me hagan o no?
- ¿Quisiera que me mantengan con vida usando medios extraordinarios o quisiera dar órdenes por escrito de qué no me resuciten o no usen métodos extraordinarios?
Cuando hablamos de métodos extraordinarios, nos estamos refiriendo a máquinas que nos ayudan a respirar artificialmente, y las enseñanzas de la Iglesia católica dicen que es lícito dar instrucciones de que no queremos usar métodos extraordinarios para mantenernos con vida.
Al mismo tiempo las enseñanzas de la Iglesia nos dicen que no está permitido usar drogas o medicamentos con el fin de terminar nuestra vida en situaciones cuando uno está agonizando. Sí se pueden usar métodos para controlar el dolor, siempre y cuando el fin no sea terminar con la vida más rápido.
¿Qué podemos hacer? Es importante tener un documento que se llama Directiva anticipada (Advance Directive en inglés), también conocido como Disposiciones adelantadas o Instrucciones por adelantado. Es un documento de directivas médicas donde pongamos por escrito lo que quisiéramos que pase y cuáles son nuestros deseos en diferentes circunstancias y estableciendo quién de nuestra familia podrá tomar decisiones por nosotros si quedáramos incapacitados.
También es importante dejar por escrito un testamento (will en inglés) determinando qué pasará con nuestras propiedades como casa, carros, terrenos, ahorros, etc. en caso de una muerte inesperada. Para los padres de niños menores de edad también hay que incluir quién se encargará de ellos.
Finalmente es primordial especialmente para los casados tener un seguro de vida para evitar que tu esposa o esposo e hijos pasen dificultades financieras en caso de algún accidente o muerte inesperada.
No dejes las decisiones para mañana, deja por escrito tus deseos e instrucciones médicas y legales importantes pues lo que tú no decidas tal vez otros tendrán que decidir por ti y tal vez no sea lo que tú hubieras querido y deseado.
¡Que Dios te bendiga!
Silvio Cuéllar es músico pastoral, compositor, periodista y conferencista en temas de liturgia, vida y familia. Sirve como coordinador diocesano de la Oficina del Ministerio Hispano de la Diócesis de Providence, Rhode Island, Editor Asociado del periódico El Católico de Rhode Island y director de música en la parroquia Blessed Sacrament en Providence, R.I.
Usado con permiso, este artículo fue publicado en El Católico de Rhode Island en noviembre del 2022.
Para obtener más información, consulta estos recursos de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos:
- Consideraciones católicas para nuestra partida a la otra vida
- Cuidando de los seres queridos al final de la vida
- Vivir dignamente cada día: Declaración acerca del suicidio asistido por un médico
- Directivas éticas y religiosas para organizaciones católicas de servicios médicos y de cuidado de salud Sexta edición
- Catholic Care for the Sick and Dying
- Sitio web sobre el suicidio asistido por un médico
- Carta encíclica del Papa Juan Pablo II Evangelium vitae sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana
- Historia de la familia del Diácono Salvador Álvarez
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